La revista Time ha elegido al Presidente Obama como hombre del año, el diario El País a Juan Manuel Santos, así que, inmerso en la fiebre de rememoraciones que hacen los medios todos los años he decidido dedicar una pequeña reseña al que considero ha sido la persona del año. Obviamente es un criterio sumamente subjetivo pero me pareció una forma simpática de cerrar el 2012 en esta bitácora.Si tuviera que hacer un recorrido por los acontecimientos del presente año se me irían amontonando los personajes a medida que corren los meses, desde los Juegos Olímpicos, hasta Obama pasando por la cascada de líderes políticos que han ganado o perdido elecciones. Si hubiera escrito este artículo en verano el personaje designado habría sido el Presidente de la República Francesa Françoise Hollande, pero ha resultado que el semestre que Hollande lleva en el Elíseo no ha sido tan prometedor como se esperaba. Es cierto que Monsieur Normal ha desahuciado la histeria y el amarillismo instalado en el Elíseo, pero al final no ha colmado mis esperanzas como para nombrarlo personaje del año. Es por ello que me he decantado por su rival en el concierto de las naciones europeas: la Canciller de la Bundesrepublik Angela Merkel. Considero que Angela Merkel, su ideología, sus filias y fobias han condicionado de tal manera la vida continental que ha llevado a una Europa del Sur en crisis a una profunda depresión. Ha llevado a un Reino Unido siempre euroescéptico a tomar una senda de alejamiento paulatino de la Europa Comunitaria y, en fin, ha puesto los cimientos y casi el tejado de una Europa de Ricos y una Europa de pobres.Es una pena la elección de este personaje del año, pero nadie ha dicho que el personaje del año tenga que ser para bien. La Canciller del Reich ha marcado el rumbo de las políticas que han deteriorado economías en profunda crisis de tal manera que todos debemos darle las gracias. La Canciller del Reich cree que obra movida por objetivos criterios económicos cuando en realidad su política económica no es más que una amalgama de filosofía decimonónica de Max Weber y profundos traumas luteranos sobre la expiación de los pecados. Los excesos de los católicos y pecadores ciudadanos del Mediterráneo han de ser expiados mediante una purga de austeridad y cuaresma al más puro estilo luterano. Y para eso ha contado con la inestimable ayuda de sus hermanos luteranos de Finlandia y la escoria calvinista de Holanda.
La revista Time ha elegido al Presidente Obama como hombre del año, el diario El País a Juan Manuel Santos, así que, inmerso en la fiebre de rememoraciones que hacen los medios todos los años he decidido dedicar una pequeña reseña al que considero ha sido la persona del año. Obviamente es un criterio sumamente subjetivo pero me pareció una forma simpática de cerrar el 2012 en esta bitácora.Si tuviera que hacer un recorrido por los acontecimientos del presente año se me irían amontonando los personajes a medida que corren los meses, desde los Juegos Olímpicos, hasta Obama pasando por la cascada de líderes políticos que han ganado o perdido elecciones. Si hubiera escrito este artículo en verano el personaje designado habría sido el Presidente de la República Francesa Françoise Hollande, pero ha resultado que el semestre que Hollande lleva en el Elíseo no ha sido tan prometedor como se esperaba. Es cierto que Monsieur Normal ha desahuciado la histeria y el amarillismo instalado en el Elíseo, pero al final no ha colmado mis esperanzas como para nombrarlo personaje del año. Es por ello que me he decantado por su rival en el concierto de las naciones europeas: la Canciller de la Bundesrepublik Angela Merkel. Considero que Angela Merkel, su ideología, sus filias y fobias han condicionado de tal manera la vida continental que ha llevado a una Europa del Sur en crisis a una profunda depresión. Ha llevado a un Reino Unido siempre euroescéptico a tomar una senda de alejamiento paulatino de la Europa Comunitaria y, en fin, ha puesto los cimientos y casi el tejado de una Europa de Ricos y una Europa de pobres.Es una pena la elección de este personaje del año, pero nadie ha dicho que el personaje del año tenga que ser para bien. La Canciller del Reich ha marcado el rumbo de las políticas que han deteriorado economías en profunda crisis de tal manera que todos debemos darle las gracias. La Canciller del Reich cree que obra movida por objetivos criterios económicos cuando en realidad su política económica no es más que una amalgama de filosofía decimonónica de Max Weber y profundos traumas luteranos sobre la expiación de los pecados. Los excesos de los católicos y pecadores ciudadanos del Mediterráneo han de ser expiados mediante una purga de austeridad y cuaresma al más puro estilo luterano. Y para eso ha contado con la inestimable ayuda de sus hermanos luteranos de Finlandia y la escoria calvinista de Holanda.