¿Tienes ya varios títulos en mente? Bien. Sigamos.
¿Por qué te gustan tanto? Seguro que habrá muchas razones, algunas incluso desconocidas para ti. Pero no creo que me equivoque si te digo que una de esas razones es que te gustaron mucho los personajes, o al menos varios de ellos.
Ahora viene la pregunta lógica: ¿Cómo se pueden crear ese tipo de personajes?
No lo sé
Lo más importante es que tus personajes sean “reales”, es decir, creíbles. Eso no está reñido con que sean completamente ficticios o fantasiosos. Que yo sepa, aún no se ha encontrado ningún hobbit, ni indicios de que hayan existido. Sin embargo, Frodo Baggins es un personaje cien por cien real. ¿Y cómo lograr que tus personajes sean reales? Fácil, estás rodeado de gente real, así que reflexiona unos instantes sobre su modo de ser. Unas cuantas pistas:
- Hay gran variedad, tanto física, como psicológica.
- Son complejos: no se puede etiquetar a una persona con acierto. Nadie es… y punto. Todos somos… y… y… y… y a la vez…, pero a veces… y aun así… Y, a pesar de todo, en ocasiones somos…
- Evolucionan. Piensa cómo eras de pequeño, y en la adolescencia, y después, y después, y ahora. Y aún no has dejado de cambiar. Nos influye el ambiente, la educación, nuestras experiencias, las amistades…
- Se comportan de maneras distintas en contextos diferentes.
- Tienen un gran mundo interior. Al menos algunos de ellos. Hay gente que solo vive para afuera y no se detiene a reflexionar. Procura que tus personajes no sean así. Cuanta más riqueza interior tengan, más interesante será su historia.
- Sus cualidades destacan o se ocultan al encontrarse en circunstancias concretas o en compañía de ciertas personas.
- A veces dominan sus sentimientos, a veces los sentimientos los dominan.
- Tienen sueños, objetivos, metas… Miedos, dudas, prejuicios…
- Etcétera.
Pues, una vez visto esto… Solo tienes que procurar que tus personajes sean así
De acuerdo, es muy, pero que muy complicado. Por eso te recomiendo que vayas poco a poco.
Es muy probable que mucha de esta información no aparezca en la novela, pero eso da igual. Quien tiene que saberlo eres tú, y así los plasmaras con mayor profundidad y coherencia.
Quizá te preguntes: “¿tengo que hacer esto con TODOS los personajes?”. No es necesario. Ni siquiera es “obligatorio” que lo hagas con los protagonistas. Aunque pienso que te será de ayuda. ¿Entonces? Te recomiendo que dediques mucho tiempo a los protagonistas y a los principales. No es tiempo perdido, al revés, te ahorrarás muchos quebraderos de cabeza más tarde y, además, aunque suene un poco a “escritor que va de bohemio”, te aseguro que, si defines bien a los personajes, habrá muchos momentos en los que serán ellos quienes saquen la obra adelante. Ellos marcarán el ritmo, abrirán nuevas posibilidades, desarrollarán la trama. Y tú te limitaras a contarlo. Sí, es un modo de hablar, pero no se aleja mucho de la realidad. Que le pregunten a Jane Austen.
El objetivo de todo esto es que tus personajes sean “reales”. Es decir, que la gente los perciba como tales y capten su complejidad, su coherencia, la riqueza de su personalidad, etc. Si logras eso, habrás recorrido una gran parte del camino para crear una buena novela. Pero aún faltan muchos detalles.
Podríamos seguir ahondando en este tema y es posible que lo haga en otra ocasión, pero, de momento, lo dejamos aquí. Espero que esta entrada te haya dado alguna pista para crear unos buenos personajes. Y, si no es así, confío en que, al menos, haya logrado recalcar la idea de lo importante que será que lo logres.
Mucho ánimo y a disfrutar. No todo el mundo es capaz de crear personas y que luego la gente hable de ellos como si fueran reales. Ese es un privilegio que solo algunos tenemos. Por eso nos gusta tanto escribir
Un saludo