El veguer de la Marca Sur es uno de los personajes más sólidos y recios del primer libro de Vamurta, que contrasta con otros por su entereza con la que encara el destino. Se erige, sin pretenderlo de una forma determinada, en el último bastión ante la oceánica ofensiva del pueblo murriano. Lo considero, de este modo, un personaje de corte clásico.
«El veguer de la Marca Sur, rodeado de su guardia y alguno de los pequeños nobles que habían sobrevivido a los primeros meses de guerra, escrutaba el estado del cielo, a la derecha de las falanges, donde había sido asignado. Con una línea de edificios detrás, la alta muralla de Vamurta enfrente y una estrecha calle para escapar a su izquierda, los hombres del veguer estaban demasiado apelotonados. Perdido en sus amargos pensamientos, la arenga del capitán de la plaza le parecía cansina».
El veguer de la Marca Sur
También es el protagonista del relato más largo del universo Vamurta, Las Gargantas del Diablo o Taonos, como se prefiera. En este relato, el veguer de la Marca Sur es joven, lleno de fuerza. No es el veterano que ha vivido todo tipo de campañas y situaciones, que ha visto nacer a muchos y morir a demasiados. No es el hombre de la novela, tenaz, experimentado, que empieza a intuir que su tiempo ha concluido y son otros quienes deben tomar el relevo. Algo muy sano y poco frecuente en nuestros días de plomo. En las Gargantas del Diablo —tenéis el relato en fragmentos en la pestaña de Cuentos Fantásticos—, el veguer se enfrenta a la locura del amor, a fuerzas ancestrales y también a sí mismo, como ocurre a otros personajes de la Antigua Vamurta y como nos ocurre a casi todos, más tarde o más temprano.
Personajes fantásticos. El veguer de la Marca Sur