Personal Braining. Tu cerebro al servicio del Personal Branding

Por Pabloadan

Activa tu cerebro en modo "yo".

Los avances en neurociencia van que vuelan, pero mientras la comunidad científica se pone de acuerdo yo me quedo con tres cosas relevantes y prácticas para el desarrollo de un proyecto de Personal Branding.

1. La neuroplasticidad.

Ya no vale decir aquello de "es que soy así". La neuroplasticidad es una propiedad del sistema nervioso que le permite adaptarse de forma continua a las experiencias vitales, de forma que nos facilita adecuar su actividad y cambiar su estructura de forma significativa a lo largo de nuestra vida.

Estas experiencias modifican nuestro cerebro continuamente. Su aplicación al campo del aprendizaje es de enorme potencial: todos podemos cambiar, todos podemos mejorar, independientemente de condicionamientos genéticos o de hábitos. El talento, nuestro talento se edifica con esfuerzo y práctica continua.

Así que todo es cuestión de proponérselo. Disponemos de un potencial por desarrollar que tal vez hoy sea ajeno a nuestro día a día, pero que puede se adquirido. Nuestro proyecto de personal branding puede cargarse de retos.

2. Tenemos dos mentes.

Cuando sentimos o pensamos la activación de la secuencia neuronal (sinapsis) no se produce de forma simétrica en los hemisferios cerebrales.

El lado derecho alberga las reacciones relacionadas con la imaginación, la creatividad y las emociones. Por su parte el hemisferio izquierdo se activa cuando nos entramos en modo racional, por ejemplo ante cuestiones matemáticas, lógicas o lingüísticas.

Entonces tenemos dos mentes, una mente emocional y otra racional. La emocional es mucho más rápida, a veces intuitiva. Actúa sin ponerse a razonar en la acción derivada.

Al eludir la reflexión analítica de la mente pensante, sus acciones crean una sensación de seguridad y certeza primordialmente fuertes. Por ello muchas veces generan una forma de interpretar las situaciones que resulta desconcertante para la mente racional. Por eso a veces concluyamos ¿cómo es posible que no lo meditara antes?

De ahí la necesidad de plantear una reflexión previa entre "el corazón y la mente". Es decir, ambos hemisferios deberían completarse y generar sinergia antes de cada acción o decisión.

Esto implica que, en cada momento, cada persona se encuentra conectada en modo racional o modo emocional. Observando podemos averiguar su canal y conectar con ella de forma directa. Por la tanto la empatía y el efecto de la comunicación personal es más efectivo, sin duda. Nuestro proyecto de personal branding tiene mucho de comunicación, y conectar en el canal adecuado con nuestra audiencia objetivo nos puede dar ventaja.

3. La inteligencia emocional.

La mente emocional, a veces instintiva, considera sus convicciones y argumentos como absolutamente ciertos. Por eso en ocasiones resulta tan difícil razonar con alguien cuyo estado emocional se encuentra perturbado y alejado del modo racional y reflexivo.

Estos planteamientos nos llevan hasta el concepto de "inteligencia emocional", ( John Mayer y Peter Salovey) que incluye y reflexiona acerca de las cualidades del ser humano que parten de la comprensión de las estados emocionales propios y su gestión con los demás, planteando una serie de competencias básicas como:

  1. Conocimiento de las propias emociones (autoconocimiento)
  2. Capacidad de manejarlas (control emocional)
  3. Capacidad de estimulación propia ( automotivación)
  4. Capacidad de reconocimiento de las emociones de los demás (empatía)
  5. Habilidad en las relaciones (habilidades sociales y liderazgo.

Descubrir, comprender y gestionar nuestras emociones constituye una de las palancas del camino al éxito. Hasta dos terceras partes de los ingredientes de este éxito se encuentran en la capacidad de sentir y expresar, pero sobre todo en la de dominarlas y ponerlas al servicio del equilibrio y el ambiento psíquico.

Respecto al concepto de personal branding damos un paso más: No basta con ser tú mismo, sino que tienes que conseguir la mejor versión de ti mismo. Aquella que se exige y te supone un reto (auto motivación) para conseguir tus metas (claridad de objetivos) a través de la gestión de tus propias emociones.