Por los pelos y además con cambio de título pero aquí estoy con mi aportación a la preciosa idea de Carmen de formar este particular Club Jane Austen.
En un primer momento yo me había pedido reseñar Orgullo y prejuicio (porque era el único que quedaba sin elegir) pero, como siempre, el tiempo se me ha echado encima y cuando por fin me senté a leer, ya muy cerquita de la fecha límite, pensé que, puesto había mucha gente apuntada a este club y que los títulos se repetían de un modo u otro, tal vez era más razonable elegir una novela más corta. Dentro de las que tenía a mi alcance, Persuasiónera la más conveniente en este sentido.
Aclarado esto, debo decir que acabo de cerrar el libro por su última página y solo tengo palabras de agradecimiento para Carmen por animarme a volver a encontrarme con esta escritora a la que no leía desde hacía muchísimos años, ¡he disfrutado tanto leyendo, a pesar de las prisas!
Leí a Austen en mis años mozos (más mozos que estos, se entiende) y aunque me gustó, no llegó a hacerlo tanto como para que me sumergiera en su universo como creo que ahora sí pasará. Supongo que, entonces, mis intereses y mi sensibilidad eran otros.
Persuasión es la última novela de esta escritora a la que, si bien no he leído mucho, sí he estudiado un poco y sí ha despertado mi interés en estos últimos años, y en ella nos presentan a Ana Elliot, una joven que ya pasó la edad conveniente para casarse y que vive con su hermana mayor, Isabel y su padre, sir Walter. Su hermana menor, María, se caso hace años y vive, junto a su marido y sus hijos, en las propiedades de los padres de este.
Ana no parece tener interés en casarse y ha rechazado a algún que otro pretendiente muy adecuado para ella pero tiene una buena razón para hacerlo. Hace años, amó al, hoy, Capitán Frederick Wentworth y se vio obligada a dejarle porque su familia no aprobó un matrimonio con alguien que, en aquel momento, no tenía fortuna ni posición que ofrecerle. Ella no ha olvidado ese amor y el tiempo no ha sido suficiente para hacerle pensar que podría ser feliz junto a otro hombre.
Pero su vida, apacible y tranquila en general, dará un vuelco cuando, el irresponsable tren de vida de su padre y su hermana mayor les obliguen a todos a plantear un cambio de ciudad y entre mudanzas y posibles candidatos a arrendar la casa familiar, ella se traslada a pasar una temporada con María que se encuentra algo delicada de salud.
La casualidad o la vida querrán que su vivienda sea alquilada por la hermana de su antiguo enamorado y esta no tardará en tener un trato cordial con la familia de Carlos, el esposo de María. Así las cosas, nada podrá impedir que, ocho años después de su noviazgo, Ana y el capitán Wentworth vuelvan a encontrarse, removiendo, este encuentro, sentimientos y conciencias.
Supongo que, justo lo que antes me había desanimado para leer más libros de esta autora es lo que hoy me ha cautivado y me ha regalado buenos momentos. La tranquilidad y la calma de sus escritos y los ambientes plácidos y acogedores de sus libros, han conseguido que me sienta calmada y a gusto en un momento en que mi vida es un auténtico torbellino (emocionante y maravilloso, pero torbellino al fin y al cabo). La vida de los protagonistas de estas novelas nos ayudan a apreciar cosas que en nuestro día a día pasan desapercibidas y al leerlas, nos transportan un poco a ellas. En este caso, yo me he sentido feliz de acompañar a Ana, aún sabiendo que, al mismo tiempo, iba a sentirme indignada y ofendida por algunas de las cosas que le suceden.
Y es que, si de algo se habla con respecto a esta escritora, es de su visión del mundo adelantada y valiente para su época y de su defensa del papel de la mujer y la capacidad de esta para ser mucho más de lo que la sociedad le permite.
Por esto y porque no debemos olvidar que es fruto de su época a pesar de su valentía, en ocasiones yo he sentido que me hervía la sangre al ver cómo se limitaban los movimientos de personajes válidos e inteligentes, a causa de las convenciones sociales. O cómo debemos conformarnos viendo que comportamientos ruines y cobardes son justificados o simplemente, admitidos.
Pero. Aún sabiendo todo eso, valorando en las palabras de la escritora hechos que, aún hoy en día debemos lamentar y siendo consciente de que su protesta velada entre sus letras no siempre fue escuchada, a mí leerla me ha transportado. Jane Austen hace una estupenda fotografía de su época y su mundo y nos acerca a la Inglaterra victoriana que hoy noscautiva.
Me ha gustado muchísimo formar parte de este club y me alegro en el alma de no haber querido faltar a la cita, a pesar de hacerlo con prisas ya que eso me ha permitido redescubrir unas lecturas que sé que aún tienen mucho que ofrecerme.
No sé si habéis leído esta novela pero, si no lo habéis hecho, no dudéis en conocer un poco más a Ana Elliot porque siempre discreta y correcta, nos mostrará la importancia de ser valiente y consecuente y no contará muchas, muchas cosas interesantes.
Un millón de gracias a Carmen por organizar tantas cosas interesantes en su blog y por regalarme esta oportunidad. En el banner lateral del Club Austen podéis encontrar las reseñas de los demás participantes.