Lo pertinente
Lo pertinente es lo adecuado, lo necesario, lo justo. Pertinente es protestar, luchar, combatir de modo civilizado… y creer de forma justificada. De nada sirve luchar si la creencia no es firme e inteligente. Pensar que un mundo mejor es imposible es pecar de hipocresía: todos sabemos que se puede mejorar nuestro entorno, salvo que antepongamos un estatus mantenido a costa de los demás. Actúa localmente, piensa globalmente.
Lo impertinente
La desinformación, el greenwashing, las grandes corporaciones que inventan soluciones a los problemas que generan, la ecología hecha por y para pudientes, los productos “ecológicos” que soportan una turbia fabricación, las personas que ironizan sobre el cambio climático y el necesario decrecimiento. Lo impertinente es la falacia, las costumbres dañinas, los hombres y mujeres que se visten de mentiras cada mañana. Lo impertinente es el cáncer global de nuestros días.
El impertérrito
No hay que dejarse intimidar, hay que pensar por uno mismo. El miedo recorta nuestras libertades y es la principal causa de la estupidez global; el miedo dispara el consumo y amenaza los hábitats… Con eco-inteligencia y valentía, el mundo avanza en una única dirección posible, mirando a las injusticias a la cara. Impertérrito es lo contrario a pusilánime. Impertérrito es saber decir basta y afrontar el futuro fabricando optimismo, porque el optimismo inteligente (salvo que uno escoja, por voluntad propia, ser ignorante) se basa en hechos.
Una inteligente opinión por un impertérrito: