Aún con amargura, Gladys Lucana, de 48 ańos, recuerda aquel infierno que vivió siendo víctima de los abusos y atropellos de las malas agencias de empleo. "Trabajarás con gringas y tendrás sueldo alto", le prometieron, pero en realidad lo único alto fue el precio que pagó: maltratos y estafas.
"Cuando llegas a la agencia te quitan el DNI y tus cartas de recomendación. Ellos se quedan con todos tus papeles para que no consigas otro trabajo. Al final, tienes que pagarles para recuperar tus documentos", cuenta Gladys, quien lleva más de 30 ańos trabajando como cocinera. Con el tiempo, aprendió lo que era la explotación y la humillación.
"Lo único que les importa es cobrar su comisión. Nosotras accedemos porque no es fácil encontrar trabajo, y no nos damos cuenta de que nos explotan", expresa. Las comisiones pueden llegar hasta un 50% del sueldo de la trabajadora que toma sus servicios.
Lo que ella cuenta es solo una parte del modo como operan estos centros de reclutamiento de nińeras, cocineras y empleadas de limpieza.
El Centro de Capacitación para las Trabajadoras del Hogar (CCTH), institución que busca defender los derechos de este sector de la sociedad, recibió el ańo pasado alrededor de 200 quejas por abusos en contra de las trabajadoras del hogar. El 99% de denuncias fueron por atropellos cometidos por agencias de empleo.
Es común que estos negocios convoquen gente sin experiencia y les prometan el trabajo sońado, mentira que es descubierta cuando llegan a la casa de su empleador. Entonces, renuncian o las despiden.
"En muchos casos, la empleadora se retrasa con los pagos del mes y se va acumulando la deuda. Es ahí donde surge la queja en contra de la agencia, que se deslinda de la responsabilidad", manifiesta Paulina Luza, presidenta del CCTH. Otro de los atropellos, indica ella, es la retención del contrato de la trabajadora, claro, si es que este existe.
En un recorrido por la avenida Brasil nos encontramos con la agencia El Rebańo, según Paulina, una de las que más quejas reciben en el CCTH.
żTienes hijos? żEres soltera? żQué sabes hacer? żTraes papeles, no? Son las preguntas de rigor que la encargada del negocio le hace a esta falsa nińera a la que le urge encontrar empleo.
Luego de una rápida 'evaluación' verbal ya tienen un lugar donde 'colocarme'. "Déjame tu DNI –dice con tono amable, pero insistente–. Mańana mismo empiezas". Ante mi dubitativa, coge una pequeńa caja que está sobre la repisa, la zamaquea un poco y aparecen decenas de DNI. "No te preocupes es solo por quince días. Mira cuántas chicas nos han dejado su DNI", dice como exigiendo confianza.
Probablemente, la mayoría de las jóvenes y seńoras (cuyas fotografías aparecen desafortunadamente en esos documentos) tendrán que pagar entres 20 y 50 soles para recuperar su carné de identidad.
Unas cuadras más allá, probamos con la Agencia Evangélica. En este lugar te entregan un formulario, en el cual las preguntas van desde qué platos sabes preparar hasta qué artefactos domésticos manejas con habilidad.
La trampa viene al final, en un espacio en blanco destinado para la firma, donde líneas abajo se lee "la empleada acepta todas las disposiciones de la agencia". Sin embargo, esas disposiciones no aparecen en ninguna parte del formulario.
"Te exigen carné de sanidad, antecedentes policiales y hasta pruebas de VIH, cuando cuidas a bebés. Eso es un acto de discriminación", expresa Paulina. Por eso, nos explica, "nosotras hacemos talleres de formación a las trabajadoras para orientarlas y aprendan a exigir sus derechos a la agencia de empleo".
Ha habido incluso casos extremos en los que el CGTH ha tenido que intervenir para que la agencia devuelva sus papeles a las empleadas.
El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo tiene registro de 130 agencias privadas de empleo. Aunque no hay estimaciones de las que trabajan de manera informal, se sabe que la cifra es exorbitante.
Hace unas semanas, Miraflores inició una campańa de inspección a las 17 agencias que hay en su distrito. Encontraron que algunas carecían de licencia y certificado de seguridad de Defensa Civil. Todo un peligro.
453.272 trabajadoras del hogar hay en el Perú, según los últimos datos de 2008.
95,9% de las personas que se dedican al servicio en casas son mujeres.
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