Independientemente de los efectos de la crisis económica mundial sobre la economía peruana, la mayor parte de los trabajadores que laboran en el Perú no la están pasando bien.Es conocido en la teoría económica, que el bienestar no sólo depende de los niveles absolutos de ingreso, sino también de los niveles de ingreso relativo. Desde James Duesenberry, hasta los modelos de desquilibrio distributivo desarrollados aquí en el Perú por el profesor Adolfo Figueroa, el ingreso ya no es un argumento suficiente para explicar el bienestar. Como bien señala Albert Hirschman, existe una tolerancia a la desigualdad, por tanto los individuos no estarán dispuestos a tolerar cualquier situación de desigualdad. Al respecto: “I shall start by baldly stating my basic proposition. In the early stages of rapid economic development, when inequalities in the distribution of income among different classes, sectors, and regions are apt to increase sharply, it can happen that society's tolerance for such disparities will be substantial. To the extent that such tolerance comes into being, it accommodates, as it were, the increasing inequalities in an almost providential fashion. But this tolerance is like a credit that falls due at a certain date. It is extended in the expectation that eventually the disparities will narrow again. If this does no occur, there is bound to be trouble and, perhaps, disaster.”(i) Así que, desigualdad e ingreso relativo son conceptos estrechamente relacionados.En el Perú, según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo en su Anuario Estadístico para el año 2009, los trabajadores se agrupan en categorías ocupacionales: ejecutivos (EJ), empleados (EM) y obreros (OB). Luego, considerando las actividades económicas que se agrupan en diecisiete clases,(ii) tenemos 50 trabajadores tipo, cada cual con una remuneración promedio.(iii)