Desde la adriática ciudad de Ancona el ferrocarril no llega directamente a Perugia. Hay que hacer un transbordo en Foligno. Antes, ya habremos asistido al milagro del maravilloso paisaje italiano, que rápidamente cambia las vistas marítimas por las de la montaña. Pasamos desde Le Marche a la región de Umbría, y nos perdemos, literalmente, en el corazón de Italia, en la única región que no linda con el mar o con otros países. La ciudad de Asís nos sorprende desde el ferrocarril, poco antes de llegar a nuestro destino. Perugia puede encarnar perfectamente este tipo de ciudades a las que uno quisiera ir, pero que quedan siempre fuera de las principales rutas turísticas, más allá de lugares como Roma o Florencia. Ahora los vuelos baratos nos acercan a tales sueños. La estación de ferrocarril queda lejo
Desde la adriática ciudad de Ancona el ferrocarril no llega directamente a Perugia. Hay que hacer un transbordo en Foligno. Antes, ya habremos asistido al milagro del maravilloso paisaje italiano, que rápidamente cambia las vistas marítimas por las de la montaña. Pasamos desde Le Marche a la región de Umbría, y nos perdemos, literalmente, en el corazón de Italia, en la única región que no linda con el mar o con otros países. La ciudad de Asís nos sorprende desde el ferrocarril, poco antes de llegar a nuestro destino. Perugia puede encarnar perfectamente este tipo de ciudades a las que uno quisiera ir, pero que quedan siempre fuera de las principales rutas turísticas, más allá de lugares como Roma o Florencia. Ahora los vuelos baratos nos acercan a tales sueños. La estación de ferrocarril queda lejo