de mi corazón. Las atravieso y el chorro de calor que cae en el momento me reconforta ligeramente la perdida de temperatura por el proceso espiritual. Después de este punto y aparte, he mantenido mi patrón de vida para recuperarme sin realizar ningún exceso del shock vivido, levantarme hacía las 08:00 para ir a nadar aproximadamente 1 hora, almuerzo de fruta antes de pasar por el gimnasio para una clase de yoga, comer, descanso, un paseo tranquilo para mover el estomago y hacía las 18:00 a correr con los colegas un par de horas, cena tranquilla sin pasarse y a dormir. Ha sido en este momento cuando me he despertado y lo primero que he hecho ha sido ver si también llevaba ropa de deporte puesta para dormir, es que hay que joderse con los propósitos de fin de año que hasta se convierten en pesadillas y dormidos.
Texto: Ignacio Álvarez Ilzarbe