Pesadilla en Elm Street (A Nightamere on Elm Street - 1984) es una de las clásicas de terror de los 80 y una de las sagas más importantes del cine. Dirigida por Wes Craven, cineasta especializado en el género, su fórmula ha sido repetida hasta la saciedad siendo considerada pionera en el terror para adolescentes y la responsable de pesadillas a los que crecieron con ella.
En esta cinta de terror slasher, un grupo de jóvenes sueña con un monstruoso sujeto con el rostro quemado y largas y afiladas cuchillas en los dedos que va asesinándolos a medida que entran sin saberlo en su mundo…a todos excepto a una intrépida joven que lo enfrenta. Aterrorizantes escenas y una historia original la convirtieron en un mito entre los fanáticos del género de terror, convirtiéndose en un referente inmediato a filmes posteriores.
Su guión era original, Craven inventó el mundo de los sueños como el reino de un ser que te persigue y perturba al dormir, del que estas a salvo solo al despertarte, pero del que nada te salva en tus pesadillas. En un mundo irreal Freddy hace lo que quiere y se divierte torturándote a su gusto, incluso se ríe de ti ya que sabe que no puedes escapar.
Otro aporte de este clásico del terror son las escenas en las que viven las pesadillas sus protagonistas: una atmósfera imprevisible, difusa y oscura. Craven juega a confundirnos entre lo real y lo ficticio pero es este ambiente surrealista el que nos ubica. La banda sonora puso el énfasis con las notas que están en la memoria de todos los fanáticos de la saga, muy coherentes con el resto de la cinta.
En resumen, un clásico del terror con un ambiente sangriento, escenas impactantes y frases memorables del que nació un mito llamado Freddy Kruegger, que dio lugar a 6 entregas más de distintos resultados, pero basta ésta para darnos cuenta del genio de Wes Craven. Pesadilla en Elm street es una de las mejores obras de terror de los últimos 25 años.