Me resulta difícil expresar con palabras lo que siento cuando estoy cerca de la mar. Desde mi nacimiento todos mis sentidos se han ido desarrollando al olor del salitre y por este hermanamiento no entiendo mi vida sin ella.
Ayer tuve la suerte de embarcarme junto a dos hermanos, amigos, en el puerto de Castro Urdiales. Si mis sentimientos son fuertes hacia la mar como serán los de ellos que casi todos los días se adentran en sus profundas aguas para buscar el sustento de sus familias. Tengo un gran respeto por los pescadores de verdad.