Elizabeth Philpot nació en el seno de una familia acomodada del Londres de finales del siglo XVIII. Después de la muerte de sus padres, su hermano les buscó un lugar para vivir, pues la casa familiar pasaba directamente a él y no a sus hermanas. Así, Elizabeth, Mary y Margaret se trasladaron a vivir a Morley Cottage en Lyme Regis, una localidad de Dorset, al sur de Inglaterra. Las hermanas Philpot dedicaban buena parte de su tiempo a buscar fósiles en los acantilados de la zona. Su extensa colección la exponían a menudo en su casa para que pudiera ser contemplada por los visitantes del lugar. Mientras ellas tenían el mundo de la paloentología como algo con lo que disfrutar, una niña de Lyme Regis, Mary Anning, lo hacía para ganar dinero para su propia familia.
A pesar de que Elizabeth tenía veinte años más que Mary y que provenían de mundos sociales distintos, pronto se hicieron amigas y disfrutaron de su pasión común por los fósiles. Un día de los muchos que ambas salían a buscar restos del pasado, Mary descubrió en un belemnite una cámara con tinta seca que Elizabeth consiguió recuperar. Al mezclarla con agua, la tinta se pudo utilizar para algunos de sus dibujos. La técnica de recuperación de la tinta seca sería imitada por otros buscadores del lugar.