Los Pestiños es un dulce típico de semana santa con mucha tradición, lo recordamos con cierta nostalgia y cariño de la niñez, ya que entonces, eran días de vacaciones y nuestra casa se llenaba del dulce aroma tan característico de la canela y el limón.En ésta entrada te cuento como los hago yo, aunque como siempre es sabido y en repostería más, lo bueno es saberle dar nuestro toque personal. Añadirle ese ingrediente que hacen tus dulces deliciosos y diferentes al de los demás.
Para el glaseado:
En una sartén ponemos el vaso de aceite de oliva virgen extra junto con la rama de canela y la piel de un limón. Freímos a fuego medio suave, para que no se nos queme el aceite. Dejamos el aceite enfriar, le retiramos la rama de canela y la piel de limón y introducimos en una fuente el aceite aromatizado. Le añadimos el vaso de vino, la sal y un poco de harina y mezclamos. A continuación le vamos añadiendo la harina poco a poco y seguimos amasando. Volcamos y terminamos de amasar sobre la encimera de la cocina con las manos; durante cinco minutos más o menos, Debemos conseguir una masa muy suave.A continuación formamos unas bolas pequeñas (como si fuera para hacer albóndigas), Las vamos aplastando con el rodillo y estiramos, hasta dejarlo de un grosor muy fino. Unimos dos laterales. presionamos bien la unión de las dos masas, uniéndola de nuevo, este paso lo debemos hacer bien, si no queremos que se nos abra al freírlas.Ponemos a calentar el aceite aceite de oliva virgen extra, he introducimos los pestiños en el, dorándolos por los dos lados. Vamos sacándolos y dejándolos escurrir sobre un plato cubierto con papel absorbente para que absorba el exceso de aceite, En un recipiente, mezclamos la miel con el agua. Y se van introduciendo los pestiños en éste almíbar. Sacamos una vez bien bañados en éste liquido y dejamos que escurran sobre una rejilla y se sirven fríos y a comer!!