Las sociedades avanzadas han convertido a las mascotas en un próspero negocio. Esto es bueno porque perros, gatos, canarios, hurones, etc, son cada vez más parte importante de nuestras vidas.
Uno de los aspectos más enriquecedores de las sociedades actuales es el respeto y los cuidados que se prodigan a las mascotas. La cultura amigable hacia las mascotas se extiende sin cesar. Y esta es una magnífica noticia que humaniza a las sociedades que apuestan por el cuidado hacia nuestros peludos compañeros de vida.
Una de las últimas tendencias que ha nacido en Estados Unidos y ya se extiende por el mundo se llama Pet Friendly, y consiste en poder llevar a tu mascota al trabajo.
Si tenemos en cuenta la cantidad de tiempo que le dedicamos a trabajar, lejos de casa, esta es una buena opción para tener a esos animales que adoramos cerca de nosotros.
Hay un movimiento social y laboral proclive a hacer esto posible con medidas que faciliten la presencia de los peludos en nuestros puestos de trabajo. El asunto ha cobrado tal relevancia que la política de mascotas de las empresas es ya un aliciente importante para atraer a nuevos y mejores empleados.
Hay muchas empresas norteamericanas que ya permiten llevar a las mascotas al trabajo, tales como Google y Amazon, que se destacan no sólo por sus innovaciones y competitividad a nivel global, sino también por ser amistosas con las mascotas.
La cultura corporativa de ambas empresas, y de muchas otras empresas en Estados Unidos, apuestan por ser Pet Friendly y por un código de conducta amigable con nuestras mascotas. Esto es importante porque extiende un modelo de comportamiento más respetuoso y tolerante con perros, gatos y demás fauna casera.
Esta corriente ya hace posible que en Estados Unidos haya 1.4 millones de personas que van al trabajo con sus mascotas. Que se dice pronto. Todos ellos con sus perros, gatos y otras especies peludas o emplumadas cerca mientras están trabajando. O lo que es lo mismo: 2.3 millones de perros acompañan a los humanos a su empleo. Por no citar a otras especies que se cuelan en centros de trabajo de la mano de sus amigos humanos.
Esta cultura Pet Friendly trata de impulsar un mejor cuidado a las mascotas y que ello redunde en su adopción y en que más gente pueda tener mascotas. Que es algo buenísimo desde todos los puntos de vista: psicológico, de salud, social, humanamente, etc. Los vínculos entre personas y animales de compañía revierten una gran importancia y son objeto muchas veces de terapias médicas asistidas por animales de compañía y programas de acción social, en particular en temas de abandono y adopción.
En Estados Unidos ya tenemos un día oficial con el lema: "lleva tu perro al trabajo". ¿Para cuándo en el resto de países y empresas Pet Friendly? En España, la empresa Affinitty, una compañía líder en alimentación para perros y gatos, ha impulsado esta política en su sede de Sant Cugat del Vallés, en Barcelona, donde pueden acudir juntos dueños y perros. Otras empresas también han adoptado el Pet Friendly: Utopicus;The Cocktail; Redbility, Uve Producers; LOLA; La Despensa. Pero son pocas excepciones y la mayoría de empresas son reticentes a la presencia de mascotas.
Ellos se lo pierden. Con lo simpáticos y juguetones que son nuestros perros, gatos, etc. Además de todas las ventajas que representa su presencia, y que podemos sintetizar en una disminución de la ansiedad y el estrés; ayuda a regular la tensión arterial (al acariciarlos); fomenta la creatividad (¡mascotas al poder!); propicia la buena relación entre compañeros en la oficina (un auténtico milagro); proporciona una mayor satisfacción laboral y humana; contribuye a aumentar la productividad de los trabajadores; menos gastos para el dueño y menos preocupaciones al tener a su mascota cerca y controlada; posibilidad de interactuar con tu mascota entre reunión y reunión (unos juegos nunca vienen mal para desestresar y relajarse ); ideales para socializar mejor; etc.
La tendencia Pet Friendly es un gran avance social y empresarial, uno de los más importantes, si no el que más en las últimas décadas, al menos desde que se prohibió fumar a los fumetas incorregibles.