Todos los que leyeron alguna de las biografías sobre Luca Prodan van a conocer la cita. Para el ex líder de Sumo, una parte importante de la inspiración de los primeros punks ingleses provenía de una fuente usualmente no citada por "la historia oficial": el disco de Peter Hammill del '75, 'Nadir's big chance'.
Al comentario de Prodan hay que agregarle otro dato: al parecer, en un programa de la Capitol Radio inglesa emitido en 1977, John Lydon pasó dos temas de este disco, comentando que admiraba a Hammill. Años después de estos hechos, comenzó el debate sobre quién había sido el primero (al menos en Inglaterra) en utilizar el término "punk". Hammill, al parecer, también fue pionero en eso cuando habla de "punky songs" en las liner notes del álbum (que venía sin las letras).
Sacando estos datos de color, ahí está 'Nadir's big chance'. El quinto disco solista de Peter, grabado en medio de su idea de reformar a los Van der Graaf (de hecho, años más tarde el grupo ya rearmado pasaría a incoporar temas del álbum en su repertorio) y convertido con los años en pieza central de su "canon", junto a otros clásicos como 'Over', 'The silent corner and the empty stage' o 'Vital'.
Especie de álbum 'conceptual', Hammill se disfraza aquí de su alter ego Rikki Nadir para tirar algunos dardos sobre la cultura rock del momento y sacar una música urgente, en una veta diferente a ese prog rock deforme de Van der Graaf. Tal vez en la corrosión de esa mirada- suponemos- anidara el germen de su influencia sobre la generación punk. Gran parte del mérito del álbum pasa, sin embargo, por el approach ajustado, sumamente enfocado de la interpretación, en manos de no otros que los mismísimos VDG (Guy Evans, Hugh Banton, David Jackson y el mismo Hammill).
'The Institute Of Mental Health, Burning' flota entre reversas, luego de la descarga inicial y protopunk de 'Nadir's big chance' (una especie de chanza sobre el Glam Rock). Y con razón a Rotten le gustaba este disco: basta escuchar el comienzo de 'Nobody's business' para captar todo lo que Johnny tomó de Hammill: la voz teatral, las cámaras, el concepto de riff, el clima denso que luego exploraría en la primera etapa de P.I.L.
Entre la balada 'Been alone so long' y 'Pompeii' el disco encuentra otra veta, más intimista y clásica del Hammill teatral, barroco. En ese tramo se destaca la belleza suspendida de 'Shingle', una amarga canción de amor con saxos aquí y allá, flotando alrededor de las melodías. Para el final, 'Birthday special' es amarga, violenta ("chica de cumpleaños, tengo algo para vos/ hay hielo en la caldera/ aquí viene algo especial/ como Hansel y Gretel nunca tuvieron") recuperando la tensión inicial junto a ese extraño ejercicio jazzístico/ funk progresivo de 'Two or three Spectres'.