Petra. La joya de la corona. todo un día entero para recorrer su Siq, su Tesoro, su Tumbas Reales y por supuesto su Monasterio.
La puesta de Sol de la víspera es solo el aperitivo.
Pero antes hemos visto la fuente de Moisés. Nadie sabe a ciencia cierta de dónde sale tanta agua, pero surge de la roca sin parar. Los Beduinos utilizan la fuente para su consumo.
El Hotel asignado en Petra es como un mal regalo con un buen envoltorio. El Hotel Panorama es obsoleto y hasta un poco cutre para las cuatro estrellas que luce ¿quien se las daría? Como todo no podía ser negativo hay que decir a su favor que por fuera es muy bonito, y que tiene una vistas espectaculares de las montañas de Petra.
En una de ellas, en la montaña mas alta de Petra ,y si nos esforzamos un poco, vemos la tumba de Aarón. Subirá alguien hasta allí?
Y después de recoger al resto de compañeros llegamos a la entrada de Petra.
Los 400 metros que separan la entrada al recinto y el Siq que nos llevara al Tesoro se pueden hacer de muy diversas formas, a Caballo, incluido en la entrada pero hay que negociar la propina,
en calesa, no esta incluida, pero no es muy recomendable, porque a pesar de que te lleva hasta el Tesoro, coge mucha velocidad, y por la calzada romana se deben de pegar unos botes de aúpa,
o como lo hacemos nosotros, andando. De esta forma tan natural, podemos hacer las diferentes paradas para que nos expliquen lo que vemos.
Al llegar al final del camino, y donde comienza el Siq, unos guerreros Nabateos hacen una pequeña representación.(bastante hortera por cierto).
Y ya sin mas nos encontramos en el Siq . Un desfiladero de no mas de cuatro a seis metros de anchura, 40 a 170 metros de alto y 1,2 kilómetros de longitud.
En las paredes se observan hornacinas en honor al dios Dushara, un desfile procesional de hombres y animales , inscripciones históricas y hasta un altar de sacrificios, sencillo, en medio del camino, y al lado de un pequeño habitáculo excavado en la roca, tal vez lugar del sacerdote o para almacén de elementos de culto.
Y después de 1,100km, y a falta de solo 100m nos queda la guinda, el Tesoro. Para que nos sorprenda aun más, el quía nos sugiere ir en fila india y mirando hacia el suelo. El impacto tiene que ser mayor. Este es el proceso:
.
Como diría un personaje del mundo de la farándula .Dos palabras : Im presionante.
El Tesoro debe su nombre a una leyenda –tal vez influenciada por los datos de Egipto- relativa a la existencia de tesoros de algún rey o faraón, riqueza que estaría en la urna que se halla en el piso superior. El afán por el tesoro hizo que numerosa gente disparase, infructuosamente, sobre esta piedra maciza, consiguiendo, únicamente el deterioro estético de la misma.
Seguimos hacia la derecha del Tesoro donde el Siq se ensancha. Una serie de Tumbas , templos , viviendas y hasta un teatro reconvertido por los romanos.
Seguimos y arriba a la derecha tenemos las imponentes Tumbas Reales.
Es especialmente destacable la Tumba de la Urna, donde se guardaron los restos del rey nabateo Maluchos II, con una gran terraza abierta y columnatas en torno a ella, y un gran interior de paredes rectilíneas y gran capacidad (18 por 20 metros). Esta tumba tuvo utilización civil en tiempos romanos y fue catedral bizantina más tarde. En el fondo tiene, para la función religiosa, tres pequeñas cámaras abiertas.Otras tumbas son las de La Seda, interesante por sus coloraciones; La Corintia, muy deteriorada, pero de una estructura similar a la del tesoro, y la monumental tumba del Palacio, de inmensa fachada.
Siguiendo el camino nos encontramos con la calzada Romana que nos lleva hasta el centro de la nueva ciudad construida por los romanos.
Se amontonan restos de numerosos monumentos: el ninfeo, los mercados, el Palacio Real, los baños nabateos, y las puerta del Témenos.
y antes de llegar al final del valle, donde están los restaurantes y un pequeño museo, el Templo de los Hijos el Faraón.
un gran lugar de culto, en honor del dios Dushara que es la única edificación nabatea no excavada en la piedra.
A la salida del templo, el restaurante, y siguiendo el camino la subida al Monasterio. Gran decisión, si comemos no subimos, y si subimos ya comeremos. Esta clarísimo, para arriba.
850 escalones, o lo que sean, nos separan del Monasterio. Más o menos 40 minutos
El camino no se hace muy duro, hay muchas sombras, y puestos de venta de los Beduinos a cada paso, lo que hace tener muchos puntos de referencia .
. Lo peor de toda la subida los burros que suben y bajan. Van a su bola, cuando bajan a alguien mejor apartarse.
La subida tiene su recompensa.
y un buen lugar para un merecido descanso
Descansamos un rato, reponemos fuerzas para subir a lo alto de las montañas, hay 4 o 5 puntos de visión.
y hay que empezar a bajar, que tambien es un poco complicado, no tanto como la subida, pero…….
Ya abajo , el sol se esta poniendo y las piedras cambian de color
Pasamos por un camino que esta encima de la calzada romana para ver los restos de un templo bizantino. Los mosaicos se conservan en muy buen estado.
Y atravesando un puente
llegamos a las tumbas reales. De lejos se veían grandes, de cerca…….majestuosas.
Llegados a este punto desandamos lo andado a la mañana. Ya no quedan turistas, tan solo los Beduinos que recogen sus mercancías y regresan con sus burros y camellos.
Cuando pasamos por el Tesoro, esta todavía más imponente que a la mañana. La plaza está vacía, y el sol que se está poniendo cambia con su luz el color de las piedras.
Y con la lengua afuera , terriblemente cansados, después de estar andando desde las 8,15 de la mañana, llegamos al bus a las 18,15. Diez horas, más de 12 km, y todavía sin comer.Pero ha merecido la pena , y mucho