De Ángel Gil Cheza ya había leído sus dos anteriores novelas: hace un año aproximadamente El hombre que arreglaba las bicicletas y hace unos meses La lluvia es una canción sin letra, dos novelas muy distintas entre sí y de géneros totalmente distintos. Así que cuando me ofrecieron Pez en la hierba que se anunciaba como novela negra, no me lo pensé mucho y acepté la oferta, a ver como afrontaba el autor este nuevo cambio de registro.
EL AUTOR
Es autor de las novelas El hombre que arreglaba las bicicletas, con buena acogida entre la crítica, y La lluvia es una canción sin letra, tercer ebook más leído en 2013 según Babelia de El País.
Actualmente trabaja como editor y creativo en PAPEL MOJADO //projects; desempeña el puesto de editor digital en la revista académica kultur e integra la formación musical Bonjour Potemkin junto a su pareja, la violonchelista Lluïsa Ros Bouché. Es padre, tiene un perro y un huerto.
ARGUMENTO
"Miquel Ortells es un editor que regresa a su pueblo natal, Vila-real, para cuidar de su padre, convaleciente tras un ataque al corazón, en la casa que la familia posee en un pequeño bosque junto al río. Allí se enfrenta, catorce años después, a los viejos problemas que le empujaron a marchar; en especial, el divorcio de sus padres enturbiado por el asesinato de dos niñas de trece y diecisiete años.Ainara Arza es una escritora navarra a la que Miquel ayuda con su última novela. Juntos comienzan a investigar lo que ocurrió a aquellas chicas y, a pesar de sus contradicciones y luchas internas por evitarlo, se enamoran durante aquel frío otoño.
Una leyenda local sobre una gran cueva que atraviesa todo el municipio y llega hasta el río, en el boscaje; un misterioso túnel que forma parte del trazado de la desaparecida acequia del Diablo, de origen romano; y el fútbol femenino, invisible por los intereses ocultos de los más altos estamentos de este deporte, se entrecruzan en el eje de este envolvente relato".
MIS IMPRESIONES
Pez en la hierba empieza con un prefacio impactante, con mucha intensidad, con unos sucesos que no nos dejan indiferentes. Uno de esos comienzos de novela, que pese a su dureza, nos atrapa, nos incita a seguir leyendo, a querer conocer la historia que Angel Gil Cheza quiere contarnos.La novela está divida en tres partes a lo largo de las cuales conoceremos a Miquel, un editor que regresa a su pueblo para cuidar a su padre que acaba de sufrir un ataque al corazón, y nos adentraremos en unos tristes hechos que ocasionaron la fractura de su familia y su marcha de Vila-real.
La estancia de Miquel en el pueblo se prolonga más de lo que en principio pensaba, quizás porque ahora que se ha separado de su mujer (y no tiene ningún interés en que la noticia se conozca) tampoco tiene mucha prisa por volver, así que con pretexto de no querer dejar a su padre hasta que no esté recuperado se instala con éste en su casa.
Esta convivencia, en un principio, hace patente el distanciamiento existente entre padre e hijo que ni siquiera son capaces de comer juntos, a la misma hora, un distanciamiento debido quizás a aquellos hechos fatídicos que les cambiaron la vida, o quizás era anterior y aquello fue sólo el detonante.
Me ha gustado esta historia de encuentros y desencuentros entre Pasqual y Miquel, ese ir conociéndose poco a poco, desconfiando a veces, para volver a acercarse, esa manera en la que asumen sus papeles, aunque a veces es como si también se los intercambiaran, una relación en la que terminan entendiéndose, comprendiéndose e intentan recuperar todo lo que ambos han perdido.
Y es que todos estos temas se tocan en las diversas subtramas y en la trama principal en la que todas convergen, que no es otra que el intento de Miquel de investigar y poner en claro que fue lo que realmente sucedió años atrás cuando dos adolescentes fueron halladas muertas, y saber que fue lo que en realidad sucedió y cual fue el motivo por el que, en un primer momento, se sospechó de su padre. Una investigación que se resolvió y cerró de una forma un tanto "artificial".
Me ha resultado muy curioso que Miquel realiza esta investigación, con la ayuda de una escritora, como si fueran a escribir una novela, fijándose donde el lector pondría en tela de juicio la trama, donde pensaría que algo no funcionaba y escudriñando lugares y documentos como si estuviera realizando una labor de documentación para escribirla.
También me ha gustado mucho como el autor ha introducido en el argumento el trabajo de escritura de la novela por parte del autor y su posterior labor de corrección y edición de la mano de Miquel, pudiendo descubrir como es ese proceso en una novela antes de que llegue a nuestras manos.
En cuanto a los personajes no todos me han gustado por igual, aunque creo que desde el principio tuve claro que mi favorito era Pasqual. Ese hombre con luces y sombras, al que vamos conociendo poco a poco y de cuya evolución vamos a ser testigos. Como va tejiendo esa relación con su hijo, prácticamente nula al principio, como se va acomodando a él hasta llegarle a hacer entender cuales han sido siempre sus sentimientos aunque no ha sido capaz de demostrarlos. Aunque en menor medida también me ha gustado el personaje de Miquel y con quien no he sido capaz de conectar, ya que ni siquiera he sido capaz de entenderla, ha sido con Ainara.
El resto de los personajes me han dado la sensación de que pasaban por ahí.
Distinto es el caso del señor Ramón un personaje nauseabundo y deleznable en el que se condensa tanta maldad y tal cantidad de actos repugnantes, y que tan bien nos transmite Angel Gil Cheza, que logra que sin ningún esfuerzo sintamos repulsión hacia él.
Está claro que también Vila-real tiene un papel importante en esta novela, de la que el autor nos pinta un buen retrato con su industria azulejera, su pasión por el fútbol y esa gran cueva y túneles que atraviesan la ciudad. Y precisamente aquí es donde para mí ha perdido la novela, ya que en esa última parte en la que se enreda Miquel tratando de comprender y explicando todo ese entramado de túneles, para mi gusto hace perder ritmo a la novela. Además, reconozco haberme liado mucho con sus descripciones de las acequias, los túneles y las cuevas, pese a haber consultado en más de una ocasión el plano que se adjunta al final de la novela.
En líneas generales la lectura de Pez en la hierba ha resultado una lectura muy agradable. Además de todo lo anteriormente expuesto, siempre es un placer poder disfrutar de una prosa tan especial como la de Angel Gil Cheza, de ese lenguaje cuidado con el que plasma de forma tan acertada lo que nos quiere transmitir.
No quiero que esto os aleje de adentraros en la obra de Ángel Gil Cheza, ya que es totalmente algo subjetivo y como suelo decir, no a todos las mismas lecturas nos proporcionan las mismas sensaciones, ni siquiera a uno mismo una misma novela leída en dos momentos diferentes, a veces, nos produce la misma sensación.
FICHA DEL LIBRO
FRAGMENTO DE LA NOVELA