Pfefferkuchen

Por Rock

Estas galletas especiadas son una receta tradicional alemana, son distintas en sabor a lo que estamos habituados normalmente, pero están muy ricas. Su composición original y forma de prepararlas es secreta y sólo se conoce por las pastelerías donde se prepara, aunque esta podría ser una receta muy aproximada de la original. Tapadas herméticamente  pueden conservarse durante semanas siempre que estén lejos del alcance de los niños pequeños y los grandes :)
Con las siguientes cantidades tenemos para alrededor de 120-150 galletas, según el tamaño que les demos. Una variante es dividir la cantidad de miel, entre mitad miel y mitad melaza o miel de caña, yo como no tenía a mano usé solo miel normal.
INGREDIENTES:


375 gr. Miel
200 gr. azúcar.
750 gr. de harina
115 gr. mantequilla
2 huevos
75 ml. leche
1 cucharada de levadura en polvo
1 cucharadita anís en grano
1/2 cucharadita cardamomo molido.
1 cucharadita de jengibre.
1 cucharadita de nuez moscada
3/4 cucharadita de clavo molido
1 cucharadita de canela
1 1/2 cucharadita rachadura de limón
2 cucharadas de bicarbonato
20g. cacao


PREPARACIÓN:


Empezamos mezclando todas las especias, el bicarbonato, cacao ralladura de limón, el azúcar y levadura con la harina y mezclando bien. Aparte calentamos y derretimos la miel y la mantequilla y en un volcán de harina vaciamos la miel y la mantequilla derretidas, los huevos y mezclamos, por último añadimos la leche y amasamos.
Pasado este punto tenemos que amasar bien toda la masa y añadir un poquitín más de leche o de harina en función de si nos queda muy seco o muy blando, hasta que nos quede una masa trabajable y que se pueda manejar sin que se nos pegue en las manos. Cuando tengamos todo bien amasado, cogemos la masa, la guardamos en una fuente y la dejamos reposar en el frigorífico durante al menos 24 h. si son 48 horas o más mejor para que coja el  aroma de las especias.
Pasado el tiempo de reposo, vamos cogiendo bolas del tamaño de una pelota de tenis o algo menos y con ayuda de un rodillo aplastamos fino, fino,  como de medio centímetro y con ayuda de un cortador de galletas o si no disponemos de uno con una copa de boca fina o vaso de chupito, cortamos la masa  y vamos empanando nuestras galletas en azúcar y colocando las galletas en una bandeja del horno sobre papel vegetal, dejando una separación de un centímetro y medio o dos centímetros  entre cada galleta pues casi doblarán su tamaño. Cuando hallamos llenado la bandeja, la meteremos al horno precalentado a 175º durante unos 10-12 minutos. Echarle paciencia porque os dará para muchas hornadas.