Sir Walter Scott había visitado Bell Rock ciento setenta años antes. También había ido en el vapor de los inspectores, justo tras la sonada y anónima publicación de Waverley. Su guía fue nada menos que Robert Stevenson*, quien describió su visita el sábado 12 de julio de 1814:
Propuse desembarcar pronto y desayunar en el faro [...]. En consecuencia, enviaron al mayordomo con unas cestas para que las pusiera en la mesa de la biblioteca o "Sala de los Desconocidos"; un buen desayuno escocés. Terminado éste, el libro de firmas del faro fue pasando de mano en mano por la mesa, pero cuando llegó a Sir Walter, el señor Erskine puso la mano sobre la página y le dijo: "Ah, no, Scott, tienes que poner algo más que Walter Scott". [...] pareció que la propuesta casi lo incomodaba y, levantándose de la mesa, se quedó un rato mirando por una de las ventanas [...]. Al final Sir Walter cogió la pluma y escribió estas bellas y expresivas líneas:
Pharos loquitur
muy adentrado en lo más hondo,
por estos indómitos promontorios guardia monto,
rojiza gema de tornadiza luz
fijada al tenebroso rostro de la noche,
el marinero saluda mi luz
y renuncia a desplegar su prudente vela.
[Far in the bosoms of the deep,/ O'er these wild shelves my watch I keep,/ A ruddy of changeful light/ Bound on the dusky brow of night./ The seaman bids my lustre hail/ And scorns to strike his timorous sail.]
Cuadro: William Turner, 1824
Bell Rock light house during a storm from the North East
*Robert Stevenson (1772-1850) fue el abuelo de Robert Louis Stevenson