El Domingo 23 de Octubre los integrantes de este humilde blog tuvimos el placer de asistir a uno de los pases del Phenomena Grindhouse - Spanish Bizarre dentro de la programación Phenomena en la Ciudad Condal. Un hurra por Nacho Cerdà.
Es una fantástica experiencia ver dos clásicos de la serie b hispana, no solo en pantalla grande y en 35 mm. (que ya es bastante), sino además en el incomparable marco del siempre emblemático Cinema Urgell de Barcelona.
Mientras bajas por sus escaleras no puedes ignorar el entrañable viaje en el tiempo que allí tiene lugar. Es imposible sentarse en una de sus añejas butacas aspirando el olor a viejo de la sala sin dejar escapar un suspiro. Cuando se abre el telón rojo que cubre la enorme pantalla sabes que estás participando de una experiencia casi olvidada. Acudir a uno de estos pases es toda una vivencia que ningún amante del cine que haya nacido en los 70 y 80 debería permitirse el lujo de perderse. Desde ya nos declaramos admiradores rendidos de este pequeño rincón en el que el cine sí que es cine.
Pasemos a las proyecciones: El programa estaba compuesto por La Noche del Terror Ciego y El Cebo, dos muestras del terror de bajo presupuesto español de antaño. Dada su condición de originales, se pasaron los rollos en 35 mm. con sus correspondientes anuncios de la época (Muerte de un Quinqui, Las Vampiras, Fu-Manchú y el Beso de la Muerte y El Extraño Viaje), tan entrañables como las propias películas (y narrados en un apolillado tono de No-Do, qué recuerdos con tanto celuloide), lo que daba paso a este particular viaje en el tiempo.
La Noche del Terror Ciego
Virginia y Betty, dos amigas de la infancia, coinciden casualmente en un bonito parador en Lisboa. Pero pronto surgen celos entre las dos por el novio de Virginia, ya que este y Betty sienten una atraccion desde el primer momento que se ven. Virginia despechada, escapa y va a parar sin saberlo a Berzano, un pueblo sobre el que recae la maldición de un grupo templario que se dedicó a oscuras prácticas satánicas y un día ha de volver a cobrarse víctimas.
La Noche del Terror Ciego, pese a sus múltiples errores, tanto de (delirante) guión como técnicos, amén de sus numerosos fallos de continuidad (fijaos en la infinidad de pelucas y peinados usados por la sobreactuada protagonista aka Betty) , puede considerarse como todo un clásico del cine de terror de bajo presupuesto español.
Para aquellos años en los que se iba de excursión a Perpiñán, puede que alguna que otra escena supusiese ahorrarse el viaje de marras (momento lésbico y violación incluída, tensión dramática de factura ibérica....). Vista hoy no deja de ser una curiosa cutrez, y como tal se hace tan disfrutable como risible. Las interpretaciones, acartonadísimas y sobreactuadas son la otra guinda de la función (me ha dejado enamorada el narco, un tal Pedro, un macarra setentero digno de estudio que suelta cada frasecilla que es para meterle una granada sin anilla en la boca). Mención especial a la caracterización, demacrada y ajada de los templarios zombis. Las escenas en noche americana de estos espectros a cámara lenta en sus caballos no tienen precio (me río yo de ESDLA, cuántos años he vivido engañada...).
El Cebo
Aquella persona que se consume con sus demonios y sus frustraciones, la que disfruta haciendo daño a su alrededor o la que, perdiendo cualquier contacto con la realidad, hace impunemente todo aquello que le piden sus más bajos instintos... No llevan cartel, no tienes por qué detectarlos a simple vista, pero existen. y están ahí. Algunos, además, buscan el alivio a sus fantasmas acercándose a los seres más inocentes e indefensos y haciendo con ellos auténticas barbaridades.
Gréta Moser es una niñita que aparece asesinada en el bosque una lluviosa mañana en un pequeño pueblo suizo.
Es encontrada por un vendedor ambulante de dudoso nombre. La polícia, tras tomar declaración a una serie de sospechosos, determina que ha sido él quien ha matado brutalmente a la pequeña, haciendo caso omiso a un reputado comisario, quien una vez cerrado el caso seguirá la pista del asesino por sus propios medios a través de un dibujo que pintó la niña unos días antes en su colegio.
Ladislao Vajda (director, entre otras películas, de Marcelino, Pan y Vino) dirigió en 1958 con bastante acierto esta coproducción hispanosuiza (más lo segundo que lo primero) y creó un excelente thriller que logra mantenerte en vilo y tensión de principio a fin.
Rodada con tanto cariño como oficio, El Cebo es un macabro y oscuro cuento hitchcockiano injustamente desconocido para la mayoría del público y al que merece la pena echarle el ojo. Desde aquí os recomendamos a todos un film que merece la consideración que tienen otros clásicos españoles como Calle Mayor o El Verdugo.
No me extraña que fuese carne de remake (el cual no hemos visto). Ciertamente es un thriller muy logrado, que se sigue conservando muy bien.
Una experiencia así es impuntuable.
Aprovechamos para agradecer al blog amigo Después de 1984 por la invitación que nos brindó y el seguimiento que está ofreciendo a estos (y otros) magníficos eventos.
Gracias.
Volveremos en blanco y negro... a cuidarse, amigos wasabitas.