Nos vamos hasta 1985 para revivir quizás el punto de partida de los días más gloriosos de Collins, los cuales se extenderían desde ese año hasta que Genesis terminara la promoción de su disco “We Can Dance” de 1991. En este periodo de tiempo, Collins editaría 2 discos geniales como son el que vamos a revisar “No Jacket Required” y el “…But Seriously” de 1989 y con Genesis coronaría la cima del éxito y repercusión musical gracias a “Invisible Touch” del 86 y el citado “We Can Dance”. Cada uno de estos 4 discos conllevarían unas giras multitudinarias, que se plasmarían en sendos discos en directo “Serious Hits… Live!” y “The Way We Walk (Vol.1 y 2)” de su trayectoria en solitario y de su banda Genesis respectivamente.
Phil llegaba a 1985 con el discreto resultado de su 2º disco en solitario “Hello, I Must Be Going”, el cual supuso un resultado peor al prometedor debut “Face Value” y después de haber terminado con la promoción del disco homónimo de Genesis de 1983, que siguió apuntalando el éxito que terminaría por explotar en el 86 con su siguiente entrega. Lo que estaba claro, es que Phil tenía que entregar un disco que supusiera el espaldarazo definitivo para su vuelo por su cuenta, ya que su anterior entrega dispuso de un single que pocos recuerdan, aquel “I don’t care anymore”, una buena canción, pero sin pegada comercial ni el encanto que tenía la tampoco comercial, pero resultona “In the air tonight”, y su mayor éxito vino asociado a una versión del “You can’t hurry love” que llegó al nº1 en el Reino Unido. Pobre resultado comercial en global, para lo que en definitiva es un trabajo con una calidad al nivel de su ópera prima, pero que por el motivo que sea no fue tan bien acogida. Con el single “Against all odds” y posteriormente con “No Jacket Required” Phil subiría a lo más alto. Veamos entonces con qué consiguió ese resultado; es decir, lo que contiene su 3er. disco en solitario.
“Sussudio” es quizás la pieza más animada del disco. Estamos ante una composición de esas tan del gusto de Collins en su carrera en solitario, repleta de instrumentos de viento, y con el aliñado justo de teclados y sintetizadores, para conseguir crear una melodía saltarina y muy alegre. “Sussudio” es esa palabra con la que Collins se siente tan bien al decirla, según reza la propia letra y también será recordada por su particular videoclip, el cual recrea una actuación de Collins y su banda en un pub, que parece que hasta el momento no ha ido muy bien (debido a las caras de tedio y sopor de varios asistentes), hasta que empiezan a sonar los acordes de “Sussudio”, los cuáles desde el inicio llaman la atención de la gente, provocando un final de show en todo lo alto. La continuación del video supone el enganche con el de “One more night”, con Collins al piano en el pub ya desierto y cerrado. No podemos obviar que supuso un nº1 en la lista de los charts estadounidenses para Phil. Se aumenta si cabe el ritmo a continuación con la frenética “Only you know and I know”, con una endiablada base de sintetizadores, sobre la cual se disponen las secciones de viento de metal tan utilizadas por Collins y el resto del plantel instrumental, con lugar para algún que otro solo a cargo de Daryl Stuermer. “Long long way to go” supone el corte musical exótico del disco. Una canción con efecto de lejanía, misterio, y textura casi acústica, que termina de golpe y nos da paso a otra pieza radicalmente opuesta como es “I don’t want to know”, que nos devuelve a texturas parecidas a las abordadas en “Only you know and I know”. “One more night” supone la balada lenta y romántica de la obra. Se me hace algo aburrida, ya que prefiero otros registros que maneja Phil, pero no puedo dejar de apuntarles que fue un gran éxito para el cantante y que siempre ha sido de sus temas favoritos de interpretar en directo; según palabras del propio Collins gustaba de jugar con la misma, cambiando la entonación de sus estrofas para darle frescura. Para mi gusto, mucho mejor es lo que viene ahora. “Don’t lose my number” es un tema que comúnmente está olvidado para la memoria colectiva, al que solamente prestan atención los reales fans de Phil Collins. Destaca nuevamente el plano audiovisual, con el videoclip que viene a plasmar varias propuestas que distintos directores de videoclips hacen a Collins, haciendo varios guiños a la estética del cine del oeste, al clip de “Every breath you take” de The Police, al de “I’m still standing” de Elton John y alguno que otro más. En todo caso estamos ante un videoclip muy divertido. Pero lo principal es la canción. “Don’t lose my number” es un tema acelerado, muy rítmico, pero que tiene más bien un enfoque o sentido de misterio, más que alegre, visto en versos como “ellos llegaron de noche dejando el miedo a sus espaldas; había sombras por todos los sitios. Nadie sabía donde encontrarle, no se encontró pista alguna…”. Muy destacable es el bajo y algún que otro solo de guitarra a cargo del inestimable guitarrista Daryl Stuermer.
El 3er. disco de la carrera en solitario del sr. Collins arrasó. Fue un éxito rotundo y contundente y lanzaría definitivamente a Phil al estrellato y a la primera línea del mundo musical, lo cual en parte también ayudaría a que “Invisible Touch”, siguiente disco de Genesis, obtuviera resultados excelentes parecidos. De aquí hasta el mediano e irregular “Both Sides” de 1993, Phil viviría sus mejores días musicales, siendo los mismos también los de más actividad. Una actividad al rojo vivo, tanto o más que el color de su rostro en la fotografía de la portada de la obra que hoy nos ocupa, dispuesta sobre ese fondo negro.
Pasemos de 1993, es decir, de los tiempos posteriores relativamente no muy lejanos de “No Jacket Required” a la actualidad y a comentar lo del abandono de Collins, que como ya he comentado es lo que me ha incitado a hacer este artículo para hoy. Phil ha declarado estos días atrás que cree que nadie le echará de menos en el mundo de la música. Siempre he sido de la opinión de mirar con cierta incredulidad varias de las declaraciones de Phil, como cuando en el “Behind The Music” de Genesis hacía ver como que le daba pereza haber pasado a ser el vocalista de Genesis desde su puesto de batería tras el abandono de Gabriel y otras cosas como cuando, no se sabe entonces cómo, le presenta unas canciones a Tony Smith, manager de Genesis, y le proponen hacer un disco él solo (“Face Value”) y nuevamente muestra como pereza o una sensación de “Dios mío!, no!”. A pesar de todo esto y de ciertos mosqueos, como el que se agarra en el clásico videoclip de “Easy lover” con su tocayo Bailey de Earth Wind & Fire al no salirle el juego de cambio de micrófonos, Phil es un tío que me cae muy simpático. Por ello, desde aquí apunto que al menos uno, un servidor de ustedes, echará de menos a Phil.
Tyrell en “Blade Runner” decía a su creación el replicante Roy Batty algo como “La luz que brilla con el doble de intensidad, dura la mitad de tiempo y tú has brillado muy intensamente Roy”. Algo parecido le ha pasado a Phil, el cual estuvo poco menos que hasta en la sopa en los años 80, sobre todo en su 2ª mitad, tanto en Genesis, como en solitario, como saliendo en la televisión, como apareciendo en series (“Miami Vice”), como protagonizando películas (“Buster”)… Normal que ahora acuse achaques de distinto tipo en su cuerpo, los cuales hayan propiciado su jubilación algo anticipada. Nos queda su música, que no es poco y el buen recuerdo en general que nos deja su carrera musical, prácticamente impecable. Sobra decirlo, pero desde aquí deseamos a Phil Collins lo mejor, aunque esté alejado de la música.
De la radio decirles que ya tienen disponible el planning de emisiones en &radio para esta semana en nuestro rincón de la web. En RUAH sonará este miércoles (esperemos que por fin sea así tras 3 intentos frustrados) el programa dedicado a “Vauxhall And I” de Morrissey; supongo que a estas alturas les resultará difícil creerme. Hagan el intento al menos, aunque no les prometo nada… Por cierto, agradecer la respetable audiencia que tuvimos el miércoles en la emisión del programa dedicado a El Aviador Dro Y Sus Obreros Especializados, en el que contamos con su líder Servando Carballar. Por supuesto me estoy refiriendo a esa audiencia en los términos que para nuestros niveles de popularidad se refiere; supongo que a un Iñaki Gabilondo de turno le daría algo si tuviera el número de oyentes que tuvimos nosotros el pasado miércoles. Si alguien se perdió el programa con El Aviador Dro y lo desea volver a escuchar, lo podrá hacer esta tarde en la sintonía y emisión on-line de RUAH a las 19.00h si lo desea. El audio estará disponible a mitad de la próxima semana.