Kobe se retira. El jugador lo anunció el domingo, todos estamos tristes porque se nos va de las canchas uno de los mejores de la historia. Pero hasta que llegue el momento de decirle adiós de forma definitiva tenemos que aprovechar para disfrutar de él el poco tiempo que le queda.
Anoche jugó se primer partido desde que anunció su retirada, fue en Philadelphia, una ciudad muy especial para él, donde nació, y donde nació también su pasión por este bendito deporte. En la presentación de los quintetos recibió una tremenda ovación de todo el público.
Kobe sabía que él era el protagonista, y lo demostró enseguida. Anotó 3 triples en el primer minuto de partido, que hizo vibrar a toda la gente de forma tremenda, que celebraba más las canastas de Kobe que las de los Sixers, y que llegó a cantar aquello de "MVP, MVP".
Tras la emoción de los primeros minutos con las canastas de Kobe (5/10 TC en el primer cuarto), el partido se tranquilizó y empezó a discurrir con más normalidad. Al enfrentarse los dos peores equipos de la liga, el uno hacia parecer al otro mejor de lo que era, por lo que no se vio un mal partido. Al descanso el marcador reflejaba un 58-50 a favor de los Lakers. Hay que decir que en esta primera parte Kobe se embriagó de todo el ambiente que le rodeaba y empezó a lanzar más tiros de la cuenta, 6 de 16, aunque eso también es parte de Kobe.
No sólo Kobe Bryant era el protagonista anoche en Philadelphia. Al descanso se realizó un bonito y emotivo homenaje a Moses Malone, leyenda de los Sixers y de la NBA que falleció este verano a los 60 años de edad.
En la segunda parte seguimos viendo un partido extraño, los Lakers se atascaban en su mal juego, los Sixers intentaban remontar pero su escasa calidad no se lo permitía. Esa frustración de ambos pareció estallar en una pelea que comenzó Hibbert y que se extendió a varios jugadores. La cosa se saldó con técnicas para Hibbert, Sampson, Grant y Canaan. Esta trifulca inyectó en los Sixers un punto más de motivación.
En el último cuarto los Sixers, con menos calidad pero con muchas más ganas y motivación, pasaron por encima de unos Lakers hundidos, sin ideas ni alma y que como sigan a este paso le van a dar como regalo de despedida a Kobe la peor temporada de su historia.
Y como de historia iba la noche, los Sixers la culminaron con una victoria (91-103) que necesitaban desesperadamente que pone FIN a la mayor racha de derrotas consecutivas más larga jamás vista en la historia del deporte profesional americano, el récord se queda en 28.
En lo que se refiere a Kobe terminó con 20 puntos, peró con un poco elegante 7/26 TC, pero eso ya poco importa. Lo que importa es la tremenda ovación que le volvió a brindar el público de Philadelphia al acabar el partido que sorprendió al mismo Bryant:
"No me esperaba una reacción así, ni una ovación. Se lo agradezco muchísimo. Ha sido muy especial",A partir de ahora debemos acostumbrarnos a partidos así, en los que la gente rinda homenaje como se merece a Kobe, éste se despedirá de las canchas y de todos los amigos que ha dejado a lo largo de 20 años. Este Kobe está a años luz de su mejor nivel, pero toca disfrutar de la poca magia que todavía pueda ofrecernos esta leyenda viva del deporte. Hagámoslo.