En la fotografía se aprecia la deformación del pico de nuestro amigo “Picachu”, un mirlo común
Javier Rico
A “Picachu” también le llamamos “Mirlo Calao”. Este asiduo visitante de nuestra terraza es un mirlo común que tiene una deformación en su pico, al salir de su parte superior otro amago de pico, lo que le da una aproximada apariencia a un ave tropical de nombre calao. Es una de las sorpresas que nos reporta utilizar la terraza como un improvisado comedero en el que depositamos sobras de nuestras comidas que le vienen bien a la avifauna urbana. De paso, les incluimos algún que otro regalo en forma de frutos secos y trocitos de fruta. Conclusión: tras el #PajareoUrbano llega el #AvesComedero, otra iniciativa ideada por SEO/BirdLife a la que Aver Aves también se apunta.
Aproximación de “Picachu” al comedero
No es la primera vez, ni será la última, que por este blog pasen las amigas aladas que merodean por nuestra terraza en busca de algo que llevarse al pico, especialmente ahora, en invierno, cuando aprieta el frío y en algunos lugares la escarcha, el hielo y la nieve reducen la disponibilidad de alimento. Además, recientemente SEO/BirdLife emprendió la campaña “Pon un comedero en tu vida y compártelo en redes sociales #AvesComedero”. Por este motivo, nos hemos apostado con más dedicación estos días frente a nuestro improvisado comedero y hemos observado a “Picachu” y otras aves.
“Picachu” es el más asiduo. Como todos, realiza primero algunas maniobras de aproximación para cerciorarse de que ninguna persona le va a impedir despachar con tranquilidad su pitanza. Una vez comprobado que no hay “moros en la costa” empieza a dar cuenta de la ración de fruta, frutos secos y algo de pan. Ya conocíamos con anterioridad de su malformación del pico, de otros años. Estamos tranquilos porque sus visitas periódicas nos demuestran que dicha deformación no le impide buscarse la vida con garantías. Bueno, que conste que también se la facilitamos un poquito.
Pero tenemos un problema con “Picachu”, y es que es muy territorial. Es de los que dicen/cantan “aquí estoy yo, estos son mis dominios y esta es mi comida y que no se acerque nadie o se atendrá a las consecuencias”. Conclusión, casi ninguna especie más se atreve a adentrarse en el comedero. Los gorriones, que pululan cerca, entre las migas de pan que echamos aparte, conocen la línea roja que no deben traspasar, y solo un colirrojo tizón, compañero de familia del mirlo común, es capaz de saltarse las normas impuestas por este.
“Picachu” en plena degustación de nuestros productos
Ya dijimos en la anterior entrada al blog que el colirrojo tizón había sido una de las estrellas del #PajareoUrbano, y se mantiene en el #AvesComedero. Es más nervioso y pizpireto que “Picachu”, aguanta menos en el comedero, siempre con esos movimientos tan característicos que le llevan a agitar constantemente su colita anaranjada y hacer “flexiones de rodilla”. Fugazmente hemos visto también en estos días la presencia de urracas y, en otros momentos, ya os hemos comentado que han recalado en la terraza palomas, jilgueros, verderones y verdecillos; e incluso un cernícalo vulgar, que más que buscar nuestra comida buscaba la de los cuerpos que la habían ingerido. Su incursión no tuvo recompensa.
Un colirrojo tizón, el único que se atreve a adentrarse en los dominios de “Picachu”
Nuestra intención con este artículo es que cualquier persona o familia que tenga un patio, balcón, terraza o incluso alféizar de ventana en su piso o casa, por muy urbano que sea, tiene la posibilidad de montar o instalar un comedero para aves. Aparte de la gran satisfacción que supone observar de cerca a los animales, está la de contribuir a hacerles más llevadero el rigor invernal en cuanto a disponibilidad de comida. Además, se contribuye también a su conservación, porque no olvidemos que últimamente las aves más comunes nos están dando muchos sustos con descensos importantes de sus poblaciones, incluidas las de gorriones.
“Cuidado que viene ‘Picachu'”. Así nos deleitamos con la cola que hace honor al nombre de colirrojo tizón
Aparte de algunos detalles que hemos ido salpicando por aquí sobre la aportación suplementaria de comida a las aves, os recomendamos que leáis a fondo la entrada de SEO/BirdLife sobre #AvesComedero, que conozcáis lo que ofrece al respecto un gran experto como Víctor J. Hernández en Diario de un Naturalista, o que le echéis un vistazo a la tienda on line de Oryx sobre qué tipo de comederos hay en el mercado.
Y, por supuesto, no nos olvidamos de los colegios e institutos, donde animamos también a montar comederos. Uno de los que ha compartido rutas con nosotras, el Colegio María Inmaculada de Carabanchel, ya ha emprendido la tarea gracias a la iniciativa de uno de sus profes y a algunas recomendaciones que les hemos aportado. Pero lo mejor: apúntate a una de nuestras rutas y te contamos sobre la marcha cómo disfrutar de la cercanía de las aves en libertad.
Infórmate sobre nuestras rutas para colegios, institutos y ampas por parques y jardines de la Comunidad de Madrid.
Contacto: venteaveraves@gmail.com / 617 47 80 17