Sí, es ese monte, tapizado de verde y roca, que tiene en su cima una cruz de tamaño suficiente para ser vista desde la explanada que se abre ante la basílica, razón suficiente para que muchos lo conozcan como La Cruz de Priena, por más que tan sólo lleve allí instalada unas cuantas décadas y que el monte ya fuera Priena mucho antes de que la cruz lo coronara.
En fin, lo que interesa es que la ascensión al Priena nos brinda la oportunidad de ir disfrutando de distintas perspectivas de Covadonga y, una vez alcanzada la cima, de un vasto horizonte de montañas: al sur, casi al alcance de la mano, el macizo del Cornión, el más occidental de los Picos de Europa, y al norte, las sierras del Cuera y del Sueve.
Características
- Tipo: lineal (ascensión)
- Dificultad: ▲▲▲▲▲
- Desnivel: 585 metros
- Distancia: alrededor de 7 kilómetros
- Duración: unas tres horas y media
Situación y distancias
Distancias por carretera a Cangas de Onís, capital del concejo del mismo nombre
Cómo llegar al punto de partida
En realidad no son uno, sino dos los senderos por los que podemos ascender: uno, situado un poco más arriba, está señalizado; el otro, sin señalizar, se encuentra enfrente del citado establecimiento hotelero.
En cualquier caso, no hay problema, tomemos el que tomemos acertamos, pues los dos van venciendo el desnivel por similar zona boscosa y no tardan en encontrarse para fundirse luego en uno, que será el que nos conducirá sin pérdida hasta la cima.
Iniciamos, ciertamente, la caminata por una zona umbría, por las proximidades de una riega, la de Gusana. Y en días soleados se agradece esta verde protección que pronto echaremos de menos, pues no tardaremos en llegar a un tramo, en el cual la ladera se muestra casi desnuda. Ansiosa espera el momento en que pueda cubrirse con la sombra de los nuevos árboles que crecen al borde mismo de cicatriz que dibuja el sendero, tan visible, por cierto, como la cruz de su cima.
Nuevas ocasiones tendremos de ver el conjunto desde más altura. De momento vamos ascendiendo, haciendo coincidir las paradas con la esporádica presencia de algún que otro roble bajo cuya sombra nos tomamos un respiro que aprovechamos para disfrutar de todo cuanto se muestra ante nosotros y también para echar un vistazo hacia arriba, a la cima. Ya vemos más cerca la silueta de los buitres que la sobrevuelan. Pronto dejaremos de estar desprotegidos, pues el sendero no tarda en adentrarse por una nueva zona boscosa poblada de arces y hayas.
Una vez fuera del bosque, nos topamos con un nuevo escenario: el perfil de nuevas montañas se adueña del paisaje.
Si el Cornión y Covadonga fueron los protagonistas del paisaje durante la ascensión, ahora ya podemos contemplar todo lo que se encuentra en la vertiente norte del pico. Uno de los primeros lugares que reconocemos es Corao y al hacerlo no podemos menos de acordarnos de Frasinelli, intentando dibujar el itinerario que seguiría habitualmente para llegar a Covadanga.
Girando un poco la mirada vemos la silueta de la sierra de Escapa y, más a la derecha, la del pico Mofrechu, de cuya ascensión ya hemos dado cuenta tiempo atrás.
Lo dicho, ¡cuánto por tan poco! La ascensión al pico Priena, situado a tan sólo 725 metros de altitud, merece la pena.
========================
Últimas rutas publicadas:
- Senda costera de Navia: Barayo-Frejulfe
- Ascensión al Ferreirúa
- Por el valle de La Barca (a caballo)
- Foces del río Pendón
- Por la Senda del oso (en bicicleta)
- - - MÁS RUTAS - - -
========================