El picogordo es un fringílido que, aunque está muy extendido por Europa, en la Península Ibérica es más bien escaso. En Asturias no se reproduce. Para criar prefiere bosques con arbolado maduro y de gran tamaño, y en los que haya frutos y bayas de gran tamaño, que consume con su especializado pico, que le confiere en castellano un nombre muy acertado.
Las poblaciones más norteñas y orientales de este paseriforme en Europa son migradoras, y tienen que desplazarse al llegar el otoño por la falta de alimento en sus zonas de cría. Es en ese momento cuando se pueden presentar en Asturias, donde como he comentado no se reproduce. Se trata por lo general de aves aisladas que se observan tanto en migración postnupcial, generalmente a partir del mes de octubre, como en invernada.
Este otoño estamos disfrutando de un pequeño influx de la especie, que está apareciendo en diversos lugares, ligados por lo general a la presencia de frutos y bayas de los que se puede alimentar, sobre todo escaramujos de espino albar Crataegus monogyna. Se están observando además pequeños grupos, como éste de Bañugues que consta de unos 5 o 6 ejemplares.
Gracias a Rubén por advertirme de su presencia