Me encanta correr por nuevos lugares, ese gusanillo, ese sentimiento de que comienza una pequeña aventura en busca de ese pico, cresta y/o cuerda, la sensación de descubrir, conocer, explorar, me hacen sentirme bien y me da un puntillo extra de motivación y tal vez de impaciencia por salir a tragar kilómetros.
De camino a Cantabria y Asturias para disfrutar de unos días de vacaciones, paramos en la provincia de Soria en la pequeña localidad de Duruelo de la Sierra. ¿Soria?, “… ¿y que hay en Soria?” seguro que más de uno pensáis al leer estas líneas, pues nada más y nada menos que Los Picos de Urbión, una de las serranías más elevadas del Sistema Ibérico (Urbión 2.228 metros), siendo frontera natural entre las cuentas del Ebro y el Duero y que personalmente me han dejado un extraordinario sabor de boca.
Además de Los Picos del Urbión, son muy destacables las numerosas lagunas de origen glaciar que salpican esta serranía; algunas de ellas parte de la ruta realizada, o fácilmente alcanzables desde la misma. Destacables son: Laguna Helada, Laguna de Urbión, Laguna Larga y Laguna Negra.
Enciendo el frontal. Son las 6:45am. Las calles de Duruelo de la Sierra quedan pronto atrás y los primeros metros de desnivel positivo van sumándose por una amplia pista que me dejará en una zona más boscosa que a través de un sendero desemboca en un puente de madera sobre las aguas del Duero.
Desde aquí seinicia una ascensión más pronunciada a través de un enorme pinar que me elevará en un primer momento hasta la Cuerda de los Portillos y tras poco más de 7km de ruta, hasta un espectacular berrocal, lugar característico del paisaje pinariego del Urbión.
Desciendo unos metros para introducirme entre estas calles y laberintos de sílice donde destaca una variada vegetación de tejos, acebos, hayas y robles.
El siguiente tramo es agreste, kilómetros dominados por la piedra y la vegatación baja según recorro la Cuerda del Rasón. Siguiendo la Cuerda, situados a unos 2.000 metros de altitud nos encontraremos las primeras panorámicas cercanas sobre Los Picos del Urbión.
Desde aquí se puede distinguir la senda que marcará el camino de subida y el de bajada más adelante. A mi diestra queda la Sierra del Mojón Alto y un valle donde se puede distinguir una pequeña laguna.
Llego a los 2149 metros de altura. Dejo a la izquierda el pico Urbión y tiro a la derecha por un amplio camino rumbo a las lagunas glaciares. No tardo en alcanzar la primera, donde la piedra forma un perfecto mirador sobre una laguna intermitente y el valle que la acoge. Tras un breve impás, continúo corriendo para llegar hasta la Laguna Helada, lugar en el que decido reponer fuerzas y disfrutar durante unos minutos del espectacular paisaje.
Vuelvo hacia el pico Urbión, este tramo se hace por el mismo camino de la ida. Desde allí, se baja hacia el nacimiento del río Duero por sendero técnico con piedra. Imposible no ver el nacimiento del río marcado con gran cartel justo al lado de un par de refugios de vivac.
Poco a poco el sendero se va haciendo más inclinado y se va introduciendo nuevamente en zona arbolada hasta llegar a una amplia pista que a su vez nos llevará al tramo más feo, porque se hace por una carretera, sin tráfico, pero carretera al fin y al cabo, que nos llevará hasta el cruce con el puente del Duero que cruzamos a primera hora de la mañana y desde aquí, entre descensos y llanos vuelvo hasta Duruelo de la Sierra por el mismo camino de subida.