La Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay, consideró que el país norteamericano debería asegurar la protección de los menores indocumentados y ofrecerle condiciones de vida dignas.
La crisis de los niños migrantes "saca a la luz la necesidad de garantizar que los derechos de los migrantes sean protegidos, especialmente los de los niños en tránsito", afirmó Pillay en un encuentro con la Asociación de Corresponsales ante Naciones Unidas en Ginebra (ACANU).
Pillay manifestó su preocupación por el hecho de que Estados Unidos "parece estar tomando medidas para deportarlos", en referencia a los niños centroamericanos que han llegado en altas cifras a ese país.
La deportación de los niños sería viable "sólo si su protección está garantizada en los lugares a donde son enviados", subrayó la juez sudafricana, quien recordó que unos 57 mil niños solos sin sus familias se encuentran en territorio estadunidense.
Consideró que existe un peligro real para los infantes debido a la existencia de redes de tráfico y trata de personas en los países de origen, las cuales deben ser "identificadas y desmanteladas".
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos señaló que se debe castigar a esas redes, "pero no a sus víctimas".
Asimismo, se refirió a denuncias de organizaciones no gubernamentales sobre abusos de agentes contra menores, las que consideró "extremadamente preocupantes".
Sostuvo que la detención de inmigrantes es el "último recurso" que debe ser utilizado contra ellos y deploró que las condiciones en los centros de detención son insalubres, sobrepoblados y que algunos de ellos no cuentan con suficientes colchones o ropa de cama limpia.
Agregó que la detención de niños es contraria al principio del interés superior del niño e instó a Estados Unidos a investigar todas las denuncias de delitos contra los niños perpetrados por agentes norteamericanos y urgió a sancionar severamente a los autores.
Pillay recordó a Estados Unidos sus obligaciones en virtud del derecho internacional y las recomendaciones de los mecanismos especiales de la ONU y ante la complejidad de la situación ofreció ayuda de su oficina al gobierno de Washington para solucionar la crisis de los niños migrantes.
La alta comisionada reiteró su llamado urgente a la correcta identificación de los niños y sus necesidades y a proporcionarles los servicios para su recuperación psicosocial y física.