El hombre de 48 años, de quien no se reveló su identidad, está casado hace mucho tiempo y se encontraba en un balneario de Eilat, extremo sur de Israel y a orillas del Mar Rojo, cuando solicitó a una prostituta y la agencia encargada le envió a una empleada que resultó ser su hija.
El hombre no tuvo mejor idea que pedir una dama de compañía, cuando abrió la puerta de su habitación y vio a su propia hija muy ligera de ropas y en actitud lasciva, sufrió un ataque al corazón que felizmente no terminó con su vida.
El hombre fue llevado rápidamente al hospital más cercano y luego de un pequeño tratamiento se pudo estabilizar al empresario, informó la web larevo.net.