SIN SPOILERSSi habéis leído la reseña de la primera parte de esta saga, Pídeme lo que quieras, recordareis que dije que no me suele gustar reseñar independientemente cada libro, ya que resulta difícil no introducir spoilers y a la vez dar una opinión razonada de porque me ha gustado o no. Por este motivo, las siguiente reseñas (esta, y quizá entregas posteriores) será concisa y directa, y no voy a poner el argumento.
Aquellos que estén familiarizados con la novela anterior, sabéis que el final queda abierto (casi al estilo de cualquier novela erótica que se precie hoy en día), por lo que el inicio es previsible. ¿Por qué sino iba a escribir otro libro? Y por supuesto, la relación debe avanzar con otros horizontes.
Y es ahí donde todo se tuerce: si la primera parte la había disfrutado, esta segunda directamente no me ha gustado demasiado. Y el problema no fue la escritura, que sigue siendo fluida y entretenida, sino la evolución de los personajes. Aquellos detalles tontos de ambos, los que yo achacaba al enamoramiento inicial y al tonteo, se convierte en algo insoportable.
Y como la narración sigue siendo en primera persona me obligó durante toda su lectura a estar cerca de la protagonista, aguantando como actuaba de manera irracional y un poco infantil para la edad que tiene. Claro que no era la única que lo hacía, pero si la que expresaba algunos pensamientos que me dejaron a cuadros por la falta de madurez. Pero yo es que soy de decir las cosas a la cara desde el principio, para que luego no haya lugar a malentendidos…Claro que así yo no escribiría ni el comienzo de una novela romántica.
Seguramente también conocéis el tema sobre el que ronda su relación (los cambios de pareja), por lo que habría que mencionar la evolución en ese sentido también. Las escenas explicitas es posible que suban de tono, aunque se hacen más escasas al aumentar el componente romántico de la novela. Yo en cierta manera lo comprendo, porque en el fondo el sexo sin amor acabaría cansándonos a todos, y es necesario darles un punto de valor a los protagonistas. Pero como os comentaba, su comportamiento es tan irracional que me ha costado recordar que les tenía cariño.El final es cerrado para mi gusto, y si dejáis la historia en ese punto no vais a notar en falta absolutamente nada. De hecho, yo pensaba que la autora se lo había replanteado y había renunciado a hacer una trilogía… pero no. Este verano saldrá la tercera parte, de la que ya se puede ver un “tráiler”. Sin ánimo de que me tiren piedras, creo que editado por una editorial de este calibre no debería dejar salir a la luz estas promociones tan caseras, porque se nota de lejos que no ha pasado por las manos de un profesional.
Yo no sé si lo llegaré a leer, porque con el final de este ya tuve suficiente y el componente romántico entre ellos no llegó a atraerme del todo, así que no veo como voy a disfrutar del final (a no ser que hayan madurado unos 15 años mentales los dos). Eso sí, la fecha de publicación está estimada para finales de este mes de junio.
Los puntos favorables que tenía anteriormente los mantiene, como son la banda sonora (made in Spain, la mayoría) y la sencillez de narración. De hecho, a pesar de no haber disfrutado tanto de esta segunda parte me ventilé la novela en cuestión de un fin de semana, lo que demuestra que al menos engancha. Así que si buscáis una lectura que os deje pegados al papel y además os gustan las relaciones turbulentas, creo que esta es vuestra historia.