Ya llevamos muy avanzado Enero, aunque con todo el lío de las fiestas y todo lo que conlleva la vuelta a la rutina hemos estado francamente ocupadas.
Hace poquito que os hemos felicitado el año nuevo, y ahora toca ir retomando nuestro fantástico mundo "bloguer" que siempre nos proporciona tantas satisfacciones.
Este año 2012 será un año complicado en cuanto a las circunstancias que nos rodean, la crisis que nunca se acaba y que parece que todo el mundo está un poco pesimista, pero ya sabeis que Dime que es Viernes nació para mantener vivo el optimismo frente a todo y que aquí en nuestro pequeño rincón estamos siempre con la sonrisa en la boca y pensando en cómo divertirnos un poquito junto con nuestras personas queridas.
Hay que exprimir lo que la vida nos da.
Este año tampoco nos vamos a plantear grandes retos, bastante tenemos!, en realidad yo a nivel personal ya tengo el mío propio porque como muchos ya sabeis espero otro bebé para el mes de Julio y desde luego eso ya me va a tener liadilla unos meses por aquélla época. Con el fiera que tengo en casa, que me tiene agotada y con la incipiente barriga esto va a ser interesante !!.
Eso significa que tenemos que aprovechar bien estos meses, y no va a faltar alguna sorpresilla por supuesto, porque luego probablemente tenga que tomar un pequeño descanso del blog, pero no os preocupeis, que seguiré aquí y retomaré luego con más fuerza.
Pues bien, vamos a empezar de nuevo la primera receta del año recuperando nuestra participación en el círculo WK, que siempre nos mantiene activos y nos divierte preparar las propuestas que nos hacen:
Whole Kitchen, en su propuesta salada para el mes de Enero, nos invita a preparar un clásico de la cocina británica, el famoso "Pie Británico"
Ingredientes
Para la Masa Quebrada:
- 200 g de harina normal
- 100 grs de manteca de cerdo (o mantequilla)
- 1 huevo
- una cucharadita de sal
- una pizca de azúcar
Para el relleno del pastel:
- Un calabacín
- Una cebolla pequeña
- Un trozo pequeño de Queso provolone
- Una pizca de orégano
- una pizca de sal
- Salsa de tomate casera.
Elaboración de la masa quebrada:
Este es un tipo de masa salada, porque la masa quebrada se puede hacer también dulce. Yo he practicado poco con este tipo de masas, así que me ha venido muy bien para ir probando qué tal quedan.
1. En primer lugar se mezcla la harina con la manteca, que debe estar pomada, en un bol con las manos. Hay que ir integrándola poco a poco hasta que se una bien.
2. Lo dejamos en el bol cubierto con papel film y lo metemos en la nevera durante media hora al menos para que se ponga firme.
3. Después de ese tiempo estiramos la masa con un rodillo. Yo he utilizado moldes individuales, por tanto he ido haciendo trozos más pequeños, que se colocan con las manos en los moldes engrasados para que rebose un poco por los bordes la masa.
El excedente se quita con las manos sin problemas.
4. A continuación se prepara la tapa del Pie a la medida del molde y se reserva hasta que esté relleno.
Elaboración del relleno:
1. Picamos los calabacines finitos y a trocitos, y la cebolla también la picamos a trocitos finos.
2. En una sarten con un chorro de aceite de oliva ponemos a pochar las verduras durante unos 10 minutos a fuego medio, removiendo, hasta que vemos que ya están listas.
3. Agregar un vaso pequeño de la salsa de tomate casera.
Si no teneis la salsa hecha, podeis preparar una poca rápida en el momento con tomate triturado natural, una pizca de sal, una pizca de azúcar y removiendo a la sartén durante 20 minutos.
4. Dejamos en la sarten toda la mezcla durante otros 10 minutos a fuego bajito para que la salsa no se nos pase mucho.
Lo retiramos y reservamos para montar los pastelitos.
Montaje del Pie:
1. Una vez tenemos los moldes preparados con la masa, la pinchamos un poco en la base y comenzamos a rellenarlos. Lo primero es colocar el queso provolone en el fondo, cortado en láminas un poco gruesas y a trozos hasta cubrir el fondo.
2. A continuación rellenamos el molde hasta el borde con las verduras que hemos preparado.
3. Por último, colocamos la tapa de la masa cerrando con cuidado en los bordes.
4. Llevamos al horno precalentado a 180º y horneamos durante 20 minutos.
Son pequeñitos, por tanto con ese tiempo es bastante, si la masa fuera más gruesa necesitaría más.
Una vez estén doraditos por arriba estarán listos y buenísimos.
Hay que comerlos en caliente que es como mejor están, y el queso provolone del fondo adquiere ese punto semi-derretido que es todo un manjar.
Espero que os guste, volvemos a activarnos y prometo recuperar poco a poco el ritmo.
un beso !