Piedras luces y esparto.
Nadie sabe que aquí se alzó El Alcázar... bajo vientos y niebla, sobre la colina. Vahos ahora de fabricas de aceite que se confunden con la fosca entra las callejuelas; empecinados seres, abolengos que siempre estuvieron dando y dando vueltas a un pedazo de tierra en su ciudad, que miran orgullosos en el valle al rio pasar... ¡Grande¡ siempre el rio grande... necios los necios, malgastando las horas de un modo indecoroso, sin saber que no hay tiempo que matar. Que el sol parece el mismo, pero de alguna manera... pasan los momentos
"Entre los olivos
los cortijos blancos
por un ventanal..."
Razones para reconocer que el mundo es ancho y la realidad simple, que el hombre no para y la historia… demasiado larga.
“Me basta solo con mirar”
© f. Buendía.