Creo que es la primera vez que hablamos en Bizcocho de un producto de belleza. Pero las cosas que funcionan hay que compartirlas.
Antes de verano asistimos a la presentación de una línea de cremas hidratantes, llamada Olivolea. Belén, la persona responsable de esta empresa, nos contó con mucho detalle lo inicios de la misma, su historia como emprendedora, la investigación y desarrollo de los componentes, las propiedades de las distintas cremas,...
Y nos regaló unas muestras. Bueno no, nos regaló unos botes de crema grande, por lo que estoy usándola a diario. Bueno... no, a diario no, porque yo soy un poco desastre en cuanto a rutinas de cremas. Pero aún así puedo compartirte mi experiencia... En concreto de la crema hidratante corporal familiar.
Estoy encantada... Lo primero hidrata un montón, y esa sensación de piel suave dura varios días. No es pringosa, ni grasienta. En cuanto te la extiendes, la piel la absorbe, por lo que te puedes vestir sin problema.
Yo tengo la piel seca y con tendencia a picores y rojeces, un poquito atópica. La tengo mucho mejor. Picar no me pica, desde luego.
Cunde mucho. No es una crema muy líquida, por lo que se controla bien la cantidad que sale del bote y no se desperdicia.
Me encanta probar productos que se ajustan a las bondades que te cuentan de ellos, y no solo se ajustan sino que las superan.
En su web puedes encontrar productos específicos para la piel del bebé y una crema antiestrías (ésta la necesito ya!!).
Además Belén nos habló de su producto estrella, Licotriz una crema específica regenerante para cicatrices. Por suerte, ahora mismo no necesito una crema de ese tipo, pero tengo amigas recién operadas que la están utilizando por recomendación de su médico, para tener una buena cicatrización en sus heridas. Y funciona!!