La piel sensible puede convertirse en un problema serio, pero si la tratamos con mimo nuestra piel nos lo agradecerá. Necesita, además del cuidado con agua y jabón, una crema suavizante después de la ducha. Una mascarilla casera para pieles sensibles nos iría bien. En una piel extremadamente delicada, a veces, incluso el hecho de secarla con una toalla áspera causa un enrojecimiento que tarda en desaparecer.
Por el hecho de tener una delicada, no debemos renunciar a cuidar la belleza. A veces, los productos comerciales son muy agresivos con la piel; es entonces cuando podemos hacer un remedio casero, la mascarilla de zanahoria. La piel sensible requiere muchos cuidados, pero estos no deben exigirnos "jornada completa". En belleza, menos es más. Bueno, ahí va la receta:
Licuamos dos zanahorias. Añadimos la clara de un huevo y lo mezclamos bien todo. Si lo preferimos, podemos sustituir la clara de huevo y añadir una banana bien madura. En cualquier caso, aplicamos la crema resultante sobre la piel del rostro limpia y la dejamos unos unos 20 minutos. Pasado el tiempo, retiramos la crema con agua tibia y sin restregar.
En general, si tenemos la piel sensible lavaremos el cutis siempre con agua tibia, y lo refrescamos, incluso durante el día. Necesitamos cremas sencillas y con pocos aditivos, pero con el contenido graso adecuado a nuestro tipo de piel. Es importante que cuando aparecen espinillas no nos maltratemos pellizcándolas; eso solo empeora nuestra piel.