El día 1 de junio tenía una boda en Burgos y un problema. Llevaba vestido corto negro y mis piernas tenían un color blanco nuclear.
Las medias no eran una opción, estoy totalmente de acuerdo con Juanjo Oliva cuando dice que hay que lucir piernas, y las medias claras no me gustan nada de nada.
Justo unos días antes me llegó un e-mail que parecía tener la solución a mis problemas. Un producto nuevo de Caudalie que se llamaba Piernas Divinas, ¡oh!
Esperé con ansia el día de la presentación para ver si era verdad que el día de la boda iba a poder lucir piernas con un buen tono y divinas.
Y chicas, por lo que vi en la presentación sí, estaba convencida de que el día de la boda, la nena iba a poder lucir piernas morenas y perfectas.
Veréis, el producto es un maquillaje para piernas, no es un autobronceador, no… ¡Es maquillaje!
Se va con agua y jabón igual que el maquillaje para el rostro.
Y la verdad que allí, mientras veía como se lo aplicaban a otras chicas con resultados tan buenos, me ilusioné mucho con él.
Las piernas quedaban perfectas con brillo y un tono ideal. Y la aplicación en un primer momento parecía de lo más sencilla.
Exfoliaban la piel, la secaban, aplicaban el producto y voilà… ¡Piernas morenas!
Súper contenta salía yo del evento con mi producto piernas divinas…
El día de la boda como una hora antes de vestirme me dispuse a usarlo.
En la ducha me exfolié las piernas, las sequé y me fui directamente a mi habitación a dar color a mis piernas.
Para empezar aplique una capa finita igual que cuando aplicas el maquillaje, ya sabéis que siempre es más fácil añadir que quitar.
La primera capa la veía bien pero claro, con tan poquita cantidad poco color así que aplique una segunda.
Bien, el resultado parecía bueno!
Las piernas tenían tono y además un brillito satinado de esos que quedan tan bonitos, todo perfecto.
Cuando ya estaba seco me vestí, cogí el bolso y puse rumbo a la boda.
El problema llegó cuando en el coche con la luz del sol me miré las piernas.
¡Madre mía, casi me da un infarto!
Tenían los típicos ronchones en tobillos, talones y rodillas que dejan los autobronceadores, y que tanto odio.
No me lo podía creer.
Empecé a extenderlo más y era casi peor, porque salían las pelotillas estas de producto que me ponen tan, ¡tan nerviosa!
El caso es que con ayuda de un kleenex y unos minutos de paciencia, parece que lo arreglé un poco.
Y por lo que veo ahora en las fotos el resultado no fue del todo malo.
No sé si no me lo supe aplicar, o si realmente tiene el mismo problema que todos los productos de este tipo con los ronchones. ¡Que no hay manera de evitarlos!
El caso es que todos los productos que he usado de Caudalie me han encantado. Y no dudo de su calidad, pero creo que este tipo de productos no están muy logrados.
Bien es cierto que para una emergencia no va mal.
Y yo después del susto inicial conseguí que no quedara del todo mal, y conseguí borrar más o menos los ronchones.
Lo que recomiendo si queréis usarlo para un evento de este tipo, es usarlo varias veces antes del día señalado. Y así ir viendo cómo queda mejor, para que ese día no te lleves sustos.
Quizá fue eso lo que yo hice mal…
Si queréis probarlo lo podéis encontrar en farmacias por unos 28 euros.
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