Para eliminar las durezas de los pies dales un baño frotándolos con piedra pómez. Después, una vez bien secos, fricciónalos varias veces con 40 gramos de vaselina mezclada con 1 o 2 gramos de ácido salicílico y unas gotas de zumo de limón fresco. Si eres constaante, las durezas de tus pies se mantendrán a raya.