Encontramos sobre todo en su nariz y algo menos en boca, notas no tan tradicionales. Es cierto que hay mucha fruta roja al frente y notas lácticas muy marcadas (leímos algún comentario por ahí que hacía referencia como a que había algo de maceración carbónica, y es verdad que puede recordarla), pero en todo su recorrido aparecen aromas y sabores más reales, más puros, más austeros, hasta nos animaríamos a decir “sencillos” que son lo que hacen de este vino un Rioja distinto.
No sabemos si es la tierra y el sol que marcan la expresión diferencial de estas uvas, pero sí es verdad que hay algo en este tinto que se parece mucho a esos vinos de “su lugar” que tanto buscamos y que cuesta encontrar. Sobre todo si no estamos dispuestos a pagar una fortuna por ellos. Este no supera los 9 euros (Las delicias del 69, Lugo)
En conclusión, nos resultó agradable, fácil de beber, rico y con ese plus diferencial a buena tierra y sinceridad que hace de este, un muy buen vino!
Gracias por leernos amigos,
Rumbovino, difundiendo la cultura del vino y en favor del consumo moderado,
Salutes.