Justo recién he caído en cuenta, el fin de semana pasado, de la cantidad de cosas que tiene mi hija que necesitan pilas, no son miles ni cientos, pero habrá algunos cuantos aparatejos que requieren de energía extra para que puedan operar y si mi inventario no me engaña estaremos bordeando la docena, si es que no son un poco más.
Sé que hay todo tipo de juguetes, la gran mayoría son de interacción directa, es decir, hay que moverlos manualmente, pero hay muchos otros que necesitan energía adicional, esa energía permite a los hermosos juguetes que se prendan las luces, para que muevan alguna cosa o se muevan por completo. Mi hija tiene una batería musical que usa tres pilas y un piano que también usa otras tres, sólo por mencionar dos de ellos, tenemos trenes, un hipopótamo cantarín, un celular, una cámara fotográfica y hay algunas muñecas que cantan. Es impresionante e increíble, todos son juguetes y todos usan pilas y más pilas. No sé cuántos paquetes de pilas de 16 o de 24 unidades ya hemos usado y recién me percato de ese pequeño detalle porque tuve que cambiar las pilas del piano y al buscar los reemplazos veo que no me quedan ya muchas de repuesto, tres más que se van.
En casa estamos tratando de disminuir el uso de estos equipos, esos aparatos que necesiten energía brindada por pilas, hay algunos que ya fueron dados de baja pero hay otros que aún siguen en vigencia, dando vueltas por la casa, poco a poco estamos orientadora los juegos más hacia la interacción, ya sea con nosotros o con otras personas, la idea es que use sus muñecos y que la imaginación sea la que fluya y que no esté mirando fijamente a un tren que da vueltas y más vueltas. Sabemos que no podemos cortar todo a la primera pero vamos ganado algo de terreno poco a poco, un paso a la vez.
Y tú, ¿ya te diste cuenta de cuantas pilas utilizan los aparatos de tus hijos?