Entre los efectos secundarios: nauseas, vómitos, trastornos digestivos y mareos aproximadamente en el 20% de las veces. Así mismo el riesgo de sobredosificación constituye uno de los principales problemas asociados a la falta de control en su dispensación. Pero el mayor peligro reside en el posible efecto que el fármaco puede tener cuando se administra a adolescentes, pues no hay que olvidar que constituye un fuerte impacto hormonal sobre un organismo en desarrollo, ya que esta píldora tiene una concentración de hormonas unas 10 veces superior a la de la píldora anticonceptiva clásica.
Y lo más serio: cuando impide un embarazo, tiene un efecto abortivo en más de un 80% de los casos. Las experiencias similares en países de nuestro entorno, de ofrecer gratuitamente los contraceptivos de emergencia, no han reducido los embarazos, ni los abortos y en cambio se ha incrementado la prevalencia de las enfermedades de trasmisión sexual.