Destacaría lo siguiente: la pildora no siempre es efectiva; tiene abundantes efectos secundarios, que se incrementan en la medida en que hay sobredosificación, y cuando se administra a adolescentes. De alguna manera, la píldora es una auténtica bomba hormonal, sobre organismos en desarrollo.
En los países en los que se ha administrado de forma masiva, se ha incrementado el número de embarazos no deseados, el número de abortos en adolescentes, y las infecciones de transmisión sexual. Qué nos puede sacar de esta situación? una auténtica educación afectivo-sexual en la población, y especialmente entre los adolescentes.