Píldoras cinetarias: el sueño de ser mujer y montar en una bicicleta

Publicado el 04 julio 2013 por Cinetario @Cinetario

Es la primera vez que una mujer ha conseguido rodar íntegramente una película en Arabia Saudí. Tal y como suena, creemos que muchas veces ni nos damos cuenta de la abigarrada concepción occidental que aplicamos a nuestro criterio cinematográfico, olvidándonos de forma más o menos voluntaria de que existen lugares donde cuestiones que damos por sentadas se convierten en noticia.Así ha sucedido con La bicicleta verde, la opera prima de la cineasta árabe Haifaa Al Mansour, una mujer de 37 años que ha conseguido convertirse en la primera que rueda una película en ese país, donde su género vive arrinconado y ensombrecido. Precisamente de esta manera tuvo que rodar Al Mandour algunas de las escenas de su historia. Debido a las prohibición saudí que impide que las mujeres puedan portar una cámara, lo hizo escondida tras un muro, invisible en zonas concurridas, o dentro de una furgoneta para poder localizar su relato en las áreas más conversadoras de Arabia Saudí y comunicarse con sus actores vía walkie-talkie.Pero la película no es solo importante por lo que representa o por la carga simbólica que le otorga el mero hecho de existir. Es una pequeña historia que cuenta mucho con una sencillez abrumadora sobre la falta de derechos de las mujeres saudíes en actos tan cotidianos como montar en coche. La bicicleta verde es el sueño vetado de una niña que quiere pedalear y competir con un amigo. De esos dramas contados desde lo pequeño ante los que nos sentimos extrañamente conmovidos y avergonzados.Lo relevante es que esta humilde joya que nos llega desde Oriente Medio ya se ha hecho un hueco importante en las salas de cine tras recibir varios premios en Venecia, Dubai, Friburgo o Innsbruck, y está suponiendo una revolución para todos aquellos que han hecho de la pedagogía sobre la igualdad de género su lucha diaria. "Es una historia sobre el poder que pueden llegar a tener las mujeres y la importancia de no rendirse", ha explicado Al Mansour. Cine de protesta que necesita ser visto, como un deber moral. Casi una imposición.