[PÍLDORAS LITERARIAS] "Justificación de la mujer de Putifar", por Marco Denevi

Por Harendt


La noción de brevedad ronda siempre las consideraciones sobre la minificción de los minirrelatos. Aunque la brevedad no sea, ni con mucho, el único rasgo que es necesario observar en estas brillantes construcciones verbales, resulta lógico que para el lector común, e inclusive en cierta medida para el escritor, resalte de manera especial. 

Fue, en efecto, la primera característica que llamó la atención de lectores y críticos de esta forma literaria: la que primero produjo desconcierto y, a partir de allí, admiración. Ocurre, sin embargo, que tal noción es eminentemente subjetiva. Se puede considerar breve un relato de ocho o diez páginas, pero también lo será uno de un par de páginas, e igualmente, y con mayor razón, algún texto de extensión aún menor, que podremos describir en función de un determinado número máximo de líneas o de palabras, y no de páginas ni de párrafos. Pesan en este sentido la tradición de una literatura, y también la implícita comparación -casi instintiva, casi subconsciente- que formulamos con otros textos que conocemos, o bien con lo que se considera cuento o relato en nuestra propia literatura o en una distinta de ella. ¿Habremos de aceptar una categoría nueva, la del microrrelato brevísimo o hiperbreve, aunque el nombre resulte redundante? ¿O bien entenderemos que hay casos en que el escritor extrema alguna de las características que también tienen otros textos de este tipo, y ese hecho es percibido por el lector como un factor de diferenciación? 

Continúo hoy la serie de píldoras literarias con el minirrelato titulado Justificación de la mujer de Putifar, de Marco Denevi (1922-1998), escritor y dramaturgo argentino. Irrumpió en la literatura cuando tenía ya más de 30 años con Rosaura a las diez, que gana en 1955 el Premio Kraft, conviertiéndose en un gran éxito, más tarde, llevado al cine. Dos años después incursiona en el teatro con Los expedientes, con la que obtuvo el Premio Nacional de Teatro. Como cuentista, Denevi obtuvo en 1960 el premio de la revista Life en español por su relato Ceremonia secreta, también llevado al cine. Sobre su estilo se ha escrito que sus personajes que bordean lo estrafalario, bordeando la ambigüedad con predominio de la intriga y el humor negro. Fue miembro de la Academia Argentina de Letras.

Su relato, que tiene siete palabras y fue publicado en Falsificaciones (1969), dice así:



JUSTIFICACIÓN DE LA MUJER DE PUTIFARpor Marco Denevi

¡Qué destino: 

Putifar, eunuco, 
y José, casto!

"José y la mujer de Putifar", de Tintoretto (1555)
Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt

HArendt


Entrada núm. 4461
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Estoy cansado de que me habléis del bien y la justicia; por favor, enseñadme, de una vez para siempre, a realizarlos (G.W.F. Hegel)