El robo ocurrió en 2009 cuando Zachary Vaughn, empleado de una sucursal de Atlanta del Bank of New York Mellon desvió 4,387,598.57 millones de diferentes cuentas en beneficio de Derek Spinks, Harry Cobb y William Leese, sus cómplices.
Hasta el momento se había tratado de un robo perfecto y la banda había gastado el dinero en autos de lujo, joyas y viajes caros sin levantar sospechas. Sin embargo, cuando compraron el palco VIP para ver a los Hawks esta temporada se realizó una investigación de donde saltó el origen del dinero.
Los cuatro condenados, además de purgar los cinco años de prisión, deberán devolver hasta el último centavo del botín sustraído.