Estos pimientos aparte de estar muy ricos tienen una presentación graciosa, ahí puestecitos de pie sobre un aro del propio pimiento, colocándolos con mimo para que se mantengan erguidos, estando igual de buenos"acostados". Os animo a probarlos si el pulso lo tenéis firme, y sobre todo si os gustan la morcilla y los pimientos verdes.
Ingredientes:
- Pimientos verdes cortos y achatados.- Tomate.- Cebolla.- Morcilla de cebolla.- Huevos.- Harina para rebozar.- Aceite de oliva.- Azúcar.- Sal.
Elaboración:
Comenzamos quitando la piel a la morcilla y sofriéndola con un poquito de aceite. La reservamos y esperamos que se temple.
Lavamos los pimientos y los secamos. Cortamos un aro de un dedo aproximadamente alrededor del tallo y retiramos con cuidado éste. Vaciamos de semillas.
Preparamos una salsa de tomate, friendo en aceite primero abundante cebolla e incorporando después el tomate sin piel y cortado en cubos y un poco de sal y azúcar. Dejamos que el tomate pierda el agua y que el aceite salga a la superficie, señal de que está en su punto.
Cubrimos el fondo de una besuguera con el tomate frito y reservamos.
Rellenamos los pimientos con la masa de morcilla presionando para asentarla bien y que no queden huecos.
Pasamos los pimientos primero por huevo batido, luego por harina y por último por más huevo batido.
Los vamos friendo en el aceite, girándolos con tacto por todos lados, a fuego mediano. Igual haremos con las coronas que les quitamos pues nos van a servir para apoyarlos a modo de peana.
Los colocamos con mimo sobre el tomate, primero los aros y encima de cada aro un pimiento con el relleno hacia arriba.
Calentamos al horno, temperatura media-alta quince minutos y servimos.