"The Oansome Orbit is about connection and disconnection. In playing with micro loops of sound - macro listening worlds are made; universes of white noise wash, blurry melancholic tones, jagged granular debris. As all these seemlingly disconnected sounds orbit each other, often I feel transported to somewhere vast - distant - majestic; yet in the process I feel a great sense of loss, being "oansome".
Puedo decir además , que el nuevo trabajo de Paul Gough es uno de sus mejores discos y que sin lugar a dudas, es uno de los esenciales de 2011. Su nombre, para los que sigan este blog, debe ser ya familiar, pero la impresión general es que se trata de un artista para el público casi desconocido. Sigo diciendo que es una pena, su catálogo no tiene nada que envidiar al de muchos de los artistas del sello Touch (y eso es hablar de palabras mayores). Gough con el paso del tiempo ha ido enterrando el ruido de "Assembler" hasta llegar a la perfección ensimismada de Fennesz,Tim Hecker,Stephan Mathieu , Philip Jeck o el fundador del sello Room40 donde se edita el disco, Lawrence English.También hay que preguntarse como surge la peculiar escena ambient y experimental desde oceánicas latitudes con English,Gough,Oren Ambarchi,Ben Frost,...
Volviendo al disco,basta con adentrarse en "Passing,Never to be Held" para sentir la carga de una desolación casi western inicial que se torna ensoñador hasta dejarte a los pies de "Arcangel in Reverse", una auténtica salvajada , sentir de nuevo el flotador de Oval en "Yicco" o la pieza titular por la que Ben Frost estaría encantado de firmar. El angulo inverso de la apertura, lo impone "Holding, Never to be Passed" una auténtica y descorazonadora composición que figura en lo más épico de su catálogo. "Düülbludgers", se recrea por nuevos territorios para Gough, conjugando sonidos sintetizados y ruidismo en una epopeya psicodélica y casi paranoica. "Bright Light Resist Me", con sus procesados aires neoclásicos pone el borche final a un disco en el que , no se si será la mejor forma de explicarlo, eres casi capaz de sentir la densidad de la música como si el aire fuera viscoso.Sin lugar a dudas, estamos ante un trabajo maravilloso.