"Dale, dale, dale no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino, dale, dale, dale, dale y no le dio, quítenle la venda, porque sigo yo"
Entonan niños y adultos, disfrutando del momento, divirtiéndose y ansiando el momento en que la piñata se rompa.
Recoger los dulces es el momento más importante.
No importa si se desata una batalla campal. No importa si se obtienen muchos o pocos dulces. Al final todos terminan con una sonrisa.
Es una tradición que ha evolucionado y seguirá mientras las personas disfruten de ella.