Pinceladas de Guanajuato

Por Constanza @lamaletadecon
"México es apapacho" nos dijo el chef Brizio Dominguez en una envolvente introducción a su cocina que pudimos degustar en su restaurant  "El Jardín de los Milagros". Así comenzamos nuestra experiencia en Guanajuato City o Guanajuato capital, una ciudad sorprendente y encantadora, con la que completamos la segunda parte de nuestro primer día del #AllMéxicoTrip.

Bricio con sus hijos en la carta del restaurant


No sabíamos que nuestro sponsor en la región habría de homenajearnos con semejante regalo, porque comer la cocina de Bricio Dominguez es no solamente saborear lo más elitista de la cocina mexicana, sino porque además fue condimentada en este caso por las apasionadas explicaciones de este chef sin estrellas, pero que se codea con lo más alto de la cocina internacional. Nos hizo una introducción a su visión de la cocina local, y lo explica de un  modo pícaro,  porque Brizio no sólo cocina bien. También habla, y tanto.
Nos presentó a su hijo que sigue sus pasos, y que además acompañaba a su padre explicándonos los platos y los ingredientes. Supimos así , de primera mano, lo que se está cociendo en la gastronomía mexicana, que según dice nuestro chef  "no se la está rescatando ni descubriendo, ella ya estaba ahí y se la está poniendo en el lugar que se merece". Una cocina,en definitiva, que "con maíz, frijol y picante te puede mover una cultura". (Evidentemente esta experiencia tendrá un post particular)
A los postres tuvimos la oportunidad de "desvirtualizar" a la Bloguera mexicana Verónica Garduño, autora de Tipsdeviajero , una estrella de la blogosfera  que cuenta con más de  129 mil followers en twitter. Simpática, delgada, nada "diva",  compartió un vino con nosotros, y luego realizamos un reportaje en video que os publicaré proximamente.
Más tarde nos fuimos a recorrer la ciudad, y debo decir que fue una tarde mágica. Mágica porque fue nuestro aterrizar en México, al menos el mío. Nuestro "darnos cuenta" de que luego de tanto viaje por fin estábamos allí, y qué mejor que con una ciudad tan personal. Guanajuato es una ciudad enclavada en medio de colinas, parte de su encanto está en que desde distintos puntos de vista aprecias la arquitectura en distintos planos.
Está llena de color, ya que en sus fachadas se alternan tonos siempre cálidos. Fuimos acompañados en nuestro recorrido por un simpático y pintoresco guía oficial, que además de estos menesteres, trabaja como actor. Caminamos sus calles irregulares, subimos hacia la Universidad, bajamos hacia la encantadora Plaza   a la que entramos por la trastienda del Hotel Posada Santa Fé para luego visitar el Teatro Juárez de un sorprendente estilo árabe. Luego subimos al funicular para llegar a la terraza balcón desde donde se tiene una vista impresionante de la ciudad.
Finalmente cenamos en San Miguel Allende, catalogado como Pueblo Mágico, a 1910 metros de altura catalogado no sólo como Pueblo Mágico , sino como uno de los 20 mejores lugares donde retirarse.
Cenamos en el restaurant Nirvana, de un joven chef, llamado            que luego de su éxito en San Miguel , se atrevió a coger una antigua hacienda en Atotonilco, convertirlo en hotel, y ejercer sus habilidades culinarias con igual éxito desde este recinto. Nos recibieron con una Margarita de Mango, que fue el origen de mis pesares nocturnos, pero que no empañan para nada una cena exquisita y novedosa. El hace cocina de fusión mexicana con toque asiáticos y europeos.
Y así, a las tantas, acabó nuestra segunda noche en México.