Y bien, ahora la realidad... Es un montaje para el día de los tontos de abril que hizo la BBC. Pero esto trae a colación algo importante: aunque los pingüinos de hoy no vuelen más que en bromas, sus ancestros fueron aves voladoras. Al tener ancestros con una historia de vida tan distinta, seguramente que los pingüinos guardan en sus cuerpos algo vestigial de los tiempos en los que volaban ¿cierto?
Pues estos vestigios, fuera de la evidente anatomía compartida con las aves volantes, eran bastante escasos y no digamos, burdos. Sin embargo, un nuevo estudio pone el dedo en la llaga del atavismo y encuentra algo sorprendente: los pingüinos tenían una "mente voladora".
Y no es que estas aves sueñen cosas alucinantes, no. Un nuevo estudio, centrado en la anatomía neural de los pingüinos descubrió que los cerebros de los pingüinos troncales más antiguos conocidos (Waimanu spp. y otros con neurocráneos conocidos) eran sorprendentemente similares a los de los pingüinos modernos (¡Pfff vaya sorpresa!) y también a los de aves voladoras como los colimbos (Gaviidae) y petreles (Procellariiformes). ¡El abandono de los cielos no modificó drásticamente el encéfalo de los primeros pingüinos!
Los autores del estudio sugieren que esta similitud entre encéfalos de pingüinos y aves acuáticas volantes apunta a que para este grupo de vertebrados tuvo más impacto el conservar el hábito del buceo que la pérdida del vuelo, al menos en la neuroanatomía. O dicho de otra manera, la mente de los pingüinos tempranos seguía apuntando al cielo...
Fuente:Proffitt, J. V., Clarke, J. A., & Scofield, R. P. (2016). Novel insights into early neuroanatomical evolution in penguins from the oldest described penguin brain endocast. Journal of anatomy. DOI: 10.1111/joa.12447.