Aunque parezcan difíciles de hacer son muy fáciles, pero eso sí, tendremos que dedicar unos minutos a unir las piezas de este puzzle comestible.
Empecemos:
Para elaborarlos vamos a necesitar:
- huevos de codorniz
- aceitunas negras sin hueso
- pimientos de piquillo en tiras
- zanahoria
- palillos
- paciencia
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es cocer los huevos de codorniz en un cazo con agua y sal (para poder pelarlos mejor), dejándolos cocer 7 minutos a fuego medio, a partir del primer hervor. Pelarlos bajo un hilito de agua fría del grifo y reservar.
Ahora vamos a pelar la zanahoria y a cortar rodajas de medio centímetro aproximadamente de grosor y le vamos a cortar un poco a cada rodaja, como si fuera un mini quesito, porque las usaremos para darle forma a las patas y al pico.
A esas mini porciones de zanahoria le vamos a quitar un poco de los laterales, para que el pico pueda entrar en la cabeza, que sería una aceituna negra sin hueso.
Cortamos en tiras los pimientos de piquillo.
Repasamos: tenemos por un lado los huevos de codorniz cocidos, las aceitunas sin hueso y con el pico de zanahoria insertado, el pimiento cortado en tiras para formar la bufanda y la base de los pinguinos que son las rodajas de zanahoria en forma de patas.
Ahora sólo tenemos que coger unos palillos y primero pinchar la cabeza (la aceituna con el pico de zanahoria), después pincharemos las tiras de pimiento (la bufanda), el huevo de codorniz (el cuerpo) y finalmente la rodaja de zanahoria al que le hemos cortado la mini porción (las patas).
Y ya están listos para nadar… en nuestras bocas, claro está.
Las cantidades dependerán de los invitados que tengamos en casa y de las veces que querrán repetir.