Pink Floyd: "Animals"

Publicado el 17 septiembre 2010 por Bitacorock

Hacía tiempo que no echábamos una mirada por la ventana floydiana de este muro progresivo que construimos aquí en Bitácora, por lo que es hora ya de resarcir el olvido y rescatar algunos ladrillos para decorar nuestra pared. No, paciencia que no es el turno de "The Wall". Por el momento vamos en cambio a dar un paseo por el corral de los cerdos, los perros y las ovejas...

PINK FLOYD
"ANIMALS"
Edición original en vinilo: enero 1977.

Cuando la gran polvareda que levantó un monumento como "Dark Side of the Moon" comenzó a posarse nuevamente sobre el terreno, Pink Floyd hubo de enfrentar, como muchos de sus colegas, la desafiante situación de mantenerse en el mismo nivel artístico o aún superar los estándares en las próximas ediciones discográficas. Nunca este tipo de reto ha sido sencillo para una banda y en general ha conducido más a fricciones internas que a productos superadores. Las más victoriosas a lo sumo han logrado posicionar la balanza en su función lógica: mantener el equilibrio. De hecho Pink Floyd no escapó de esta categoría.

Musicalmente hablando, ni "Wish You Were Here", ni "Animals" y ni el mismísimo "The Wall" aportarían novedades contundentes al clásico sonido floydiano post-Barrett. La tradicional alternancia de instrumentos y vocoders con innumerables efectos de cinta es una marca indeleble de Pink Floyd cultivada a lo largo de los ’70 y nunca estuvo ausente en los álbumes mencionados. Sin embargo, la lírica realista que enfoca el reflector directamente hacia la naturaleza humana es propiedad exclusiva de Roger Waters y es aquí donde reside la mayor innovación de "Animals".

Erigido a esa altura en líder y letrista cama adentro de la banda, Waters trabajó sobre viejas ideas (signo de inspiración en cuenta-gotas allá por 1976) para reformular su visión de la sociedad capitalista en temática orwelliana ("Rebelión en la granja", 1945). Por ende, una vez más la descripción y/o personificación de comportamientos humanos recae en animales -pobres cerdos, perros y ovejas, qué culpa tendrán ellos!- a los que Waters así tipifica según lo señalado en Pink Floyd & Co: "Los cerdos son moralistas, santurrones y tiránicos, pero en última instancia patéticos. Los perros son pragmáticos asesinos dispuestos a abrirse paso a pura garra con tal de llegar a la cima. Las ovejas constituyen un rebaño manso e incondicional (¿la idea de Roger sobre la audiencia de Pink Floyd?), tontos soñadores cuya única función en la vida es ser usados y abusados por los perros y los cerdos."

No hace falta leer entre líneas para comprender a qué animalito le cae en gracia cada uno de estos fragmentos de los textos de Waters:

"Debo admitir que estoy un poco confundido / A veces me parece como si me usaran / Debo mantenerme despierto, debo tratar de librarme de este mal que avanza / Si no me mantengo firme en mi propio terreno, ¿cómo podré encontrar la salida de este laberinto?"

"Sordo, mudo y ciego, prosigue simulando / Que todos son prescindibles y nadie tiene un verdadero amigo / Que te parece correcto aislar al ganador / Que todo se hace a pedir de boca / Y que en el fondo crees que todos son asesinos."

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Cerdo grandote, ja ja qué farsa eres / Hey tú, todopoderoso ricachón, ja ja qué farsa eres / Cuando te llevas la mano al corazón / Eres casi un buen chiste / Casi un bromista / Con tu cabeza gacha en el chiquero / Diciendo ’sigue escarbando’ / Manchas de cerdo en tu barbilla regordeta / Qué esperas encontrar / Cuando estás allá abajo en la mina de cerdos? / Eres casi una risa / Pero en realidad das ganas de llorar."

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

"Pasas el tiempo inocentemente allá en la pradera / Apenas consciente de una cierta inquietud en el aire / Es mejor que tengas cuidado / Puede haber perros alrededor / He mirado más allá del Jordán / Y he visto que las cosas no son lo que parecen."

¿Qué es lo que te pasa por pretender que el peligro no es real? / Manso y obediente sigues al líder / Por corredores trillados hacia el valle de acero / Qué sorpresa! / Una horrenda mirada de shock en tus ojos / Ahora las cosas son realmente lo que parecen / No, no se trata de una pesadilla."

Frutillita de este postre conceptual es el acústico y romántico "Pigs on the wing", que abre y cierra el disco con un mensaje autobiográfico a modo de moraleja, dando cuenta que "si estamos juntos, podemos sobrellevarlo": "Cualquier tonto sabe que un perro necesita un hogar / un refugio de los 'cerdos sobre el ala'". [Waters seguramente hace referencia aquí a la expresión del slang "pigs on the wind" ó "cerdos sobre el ala", usada por los pilotos de la Segunda Guerra Mundial para denotar la presencia de aviones enemigos].

Propio de Pink Floyd, el virtuosismo instrumental no constituye en "Animals" un punto culminante -aunque la guitarra de David Gilmour siempre será el sello por excelencia del sonido floydiano- y como segundo eslabón del terceto discográfico lanzado entre 1975 y 1980, el disco habla más de lo que se deja oír musicalmente. Pero es indudable, el Pink Floyd post-psicodélico siempre supo llevar bajo su manto ese basamento sonoro que podrá sonar poco innovador en el tiempo, pero que sí es lo suficientemente creativo y contundente como para brindar el marco perfecto en el lucimiento de su cruda narrativa. Ergo, las experiencias vividas con cada disco de Pink Floyd son siempre únicas, placenteras y ampliamente recomendables.

Nota: mucho se escribe sobre Pink Floyd, sus letras (generalmente mal traducidas) y sus álbumes, pero este es un análisis minucioso e interesante sobre "Animals" que vale la pena leer:

Discos: Así se hizo…"Animals" (Pink Floyd)

.